Si Ud. no lo ha hecho todavía, le recomendamos leer este libro primero.
Recomendamos este libro para lectura adicional sobre el tema.
Calvario en Egipto
Cuando Cristo le pidió a su Padre que glorificara su nombre, el Padre le respondió que lo había glorificado, y que lo haría de nuevo. Cuando Dios habló, algunos pensaron que había habido un trueno, y otros pensaron que había sido un ángel el que le habló a Cristo.
Cuando reflexionamos sobre el tema de las plagas de Egipto, muchos dirían que hubo truenos, pero a la luz del evangelio hay una dulce voz angelical que nos está predicando acerca de la cruz de Cristo. El evangelio fue predicado tanto a Israel como a nosotros. Hebreos 4:2.
Por medio de su obra de mediación, Cristo había rogado por mucho tiempo por el pueblo de Egipto. Él se colocó en la brecha de apostasía, que se hacía cada vez más grande, hasta que finalmente hubo que ceder ante las demandas del destructor. En la triste matanza de Egipto oímos los ecos de los pasos del Salvador hacia la cruz. Cuando se alzó la vara-serpiente, el carácter del destructor fue revelado, así como también el amor desinteresado de Dios y su Hijo. Verdaderamente, todos los hombres son atraídos a Cristo bajo esta luz.
Veamos más allá del trueno, el granizo y la sangre, y veamos aquí un cuadro del sufrimiento del Hijo de Dios, herido por nuestras rebeliones, y molido por nuestros pecados.