Un asunto vital - 10 - El desarrollo de los dos sistemas de fuente de vida
10. El desarrollo de los dos sistemas de fuente de vida
Hasta ahora, hemos sentado las bases de los principios de los sistemas contrastantes de fuente de vida y su impacto inmediato sobre la familia. Como recordarás, la razón por la cual estamos considerando estos asuntos es porque queremos encontrar la mejor manera de construir un tesoro de recuerdos familiares que nos fortalezca y sostenga emocionalmente, tanto a nosotros como a nuestros hijos, y que nos impida sufrir las numerosas tragedias que vemos que ocurren en las familias hoy.
En este capítulo estudiaremos de cerca el desarrollo de la raza humana a medida que ésta responde a ambos principios de vida. Vemos un ejemplo inicial en las vidas de Caín y Abel[1]. Estos hombres ejemplifican muy bien el impacto de ambos sistemas de pensamiento. El espíritu auto-determinado[2] de Caín lo llevó a ser un tirano vacilante, inseguro, hosco y asesino[3], mientras que Abel fue un siervo fiel y obediente de Dios.
Estos dos hombres fueron el comienzo de varios ejemplos instructivos que encontramos en el libro de Génesis. Trazaremos estos ejemplos mediante dos sistemas: (1) los hijos de Dios, es decir aquellos que reconocieron su conexión con Dios, y (2) los gigantes (o mejor traducido: matones o tiranos) que aceptaron la mentira dicha por Satanás en el jardín.
a. Surge un tirano
El libro de Génesis es, entre otras cosas, la historia de la guerra de Satanás contra la familia, y la consolidación de sus principios de fuente de vida inherente. Las tragedias son muchas y los momentos felices son pocos, pero la historia que se nos da es muy útil para aprender acerca de la familia.
Génesis 4:19 muestra la primera gran desviación del matrimonio que reflejaba la relación Padre e Hijo: Lamec tomó dos esposas. Al introducir una segunda esposa, se confundió el proceso del canal de bendición, y esto hizo que las esposas se volvieran vulnerables a la competencia por el afecto del único esposo. El capítulo 6 de Génesis revela la próxima táctica de Satanás para destruir familias.
Génesis 6:2 que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas.
La palabra “hijo” da la sensación de alguien que construye el nombre familiar. Los hijos de Dios, entonces, eran hombres que deseaban construir el reino familiar de Dios y extender los principios de fuente de vida dependiente y la naturaleza vital de bendición.
Las hijas de los hombres se habían criado dentro de familias que vivían sin el principio de sumisión y sin la importancia de la bendición. Satanás sedujo a los hijos de Dios para que se casaran con estas mujeres. La Biblia declara que estas mujeres eran hermosas. Esto sólo podía ser en sentido externo, porque los hijos que nacieron de ellas fueron tiranos y matones.[4] Aquí se infiere que las hijas que carecen de la bendición de Dios a través de sus padres tenderán a enfocarse en embellecerse externamente para compensar la falta de bendición.
Tristemente, los hijos de Dios no buscaron la belleza interna de una mujer que comprendiera su rol vital del cuidado sumiso y que atrajera la bendición de Dios, a través de su esposo, sobre sus hijos. La unión de los hijos de Dios con hijas inseguras de los hombres transformó a sus familias. Pasaron, de ser constructores del nombre familiar de Dios, a ser constructores del reino de Satanás. Dado que las esposas no eran de espíritu sumiso, no había en el hogar un ejemplo para que los hijos aprendieran la sumisión y la conexión con la bendición. Aquellos hijos llegaron a ser hombres de renombre, o sea, hombres que buscaron poder, gloria y honor por medio de un espíritu de independencia.
En poco tiempo, el rol del agente sumiso se había perdido completamente, y la bendición de Dios se había cortado. Y el resultado fue:
Gen 6:5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
Romanos 1:21-23 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. 22 Profesando ser sabios, se hicieron necios, 23 y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
En un período de sólo poco más de 1500 años, la estructura de bendición familiar humana se había prácticamente destruido. La imagen de la relación Padre e Hijo, que debería haber sido reflejada en la relación entre el marido y la mujer, se reemplazó con imaginaciones vanidosas del poder inherente y la adoración del “poder inherente” en la naturaleza. La unión de los hijos de Dios con las hijas de los hombres había producido tiranos que sólo pensaban el mal continuamente. Eran niños inseguros y vacilantes en cuerpos de hombres, que servían a su lujuria y deseos, y no tenían consideración hacia la sagrada responsabilidad de criar hijos que fueran honestos, firmes y verdaderos. Extendieron la adoración de lo femenino que surgió cuando Adán oyó la voz de su esposa, y se transformaron plenamente en las herramientas de Satanás.
Los primeros capítulos de Génesis deberían ser suficientes como para convencernos de los espantosos efectos de la mentira de Satanás acerca de la fuente de vida inherente, y los efectos de la pérdida de bendición para los hijos.
Tan grande fue la miseria de los hombres en esta época, que Dios tuvo que lavar al mundo para dejarlo limpio. ¿Quién puede hablar del trauma y la tragedia de los niños nacidos en estas familias sin la bendición de Dios que fluyera mediante sus padres? Dios intervino al llamar a Noé y darle al modelo familiar celestial la oportunidad de comenzar de nuevo. Pero Satanás no tuvo que esperar mucho tiempo por otra oportunidad.
b. Cam desarrolla la semilla de Babilonia
Aunque Dios limpió a la tierra de maldad, y el dolor ilimitado de familias quebrantadas había cesado, en la familia de Noé permaneció el residuo de la simiente de la mentira de la serpiente. Noé había hallado gracia en los ojos del Señor y era un fiel siervo de Dios, pero como en Adán su antecesor, el medio del apetito una vez más abrió la puerta al mal.
Noé se emborrachó y se acostó desnudo en su carpa. Su hijo menor, Cam, descubrió a su padre en este estado, y la Biblia indica que cuando Noé despertó, supo que se le había hecho algo. Debe haber sido serio porque Noé declara lo siguiente:
Génesis 9:25 y dijo: Maldito sea Canaán; Siervo de siervos será a sus hermanos.
El texto sugiere que hubo alguna forma de perversión sexual de parte de Cam. Lo que sea que Cam le hizo a su padre reveló su falta de respeto, y como consecuencia, quebrantó el canal de bendición. Lo que sea que sucedió, Cam sabía, en lo profundo, que estaba mal, y sentiría que lo dominaba el espíritu de Caín: un vagabundo errante, un hombre profundamente inseguro. La pérdida de la conexión cercana con su padre cortó la bendición de Cam, lo que a su vez maldijo a su hijo Canaán.
Génesis 10:6, 8-9 Los hijos de Cam: Cus, Mizraim, Fut y Canaán. 8 Y Cus engendró a Nimrod, quien llegó a ser el primer poderoso en la tierra. 9 Este fue vigoroso cazador delante de Jehová; por lo cual se dice: Así como Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová.
Canaán era el menor de los hijos de Cam, pero el mayor fue Cus, y fue a través del primogénito de Cam donde se manifestarían más fuertemente las semillas de la inseguridad por la falta de bendición. El hijo de Cus fue Nimrod, quien llegó a ser un vigoroso cazador. La palabra “vigoroso” conlleva una idea similar a la de los gigantes de Génesis 6, que eran hombres de renombre. La palabra significa poderoso guerrero y tirano. Nimrod abrazó plenamente la mentira de la serpiente en cuanto al poder inherente. Josefo escribe este interesante comentario acerca de Nimrod:
“Ahora fue Nimrod quien los incitó a tal afrenta y desprecio hacia Dios. Era el nieto de Cam, el hijo de Noé, un hombre valiente y de gran fuerza. Los persuadió a no atribuirla [la fuerza] a Dios, como si fuese por los medios de Dios que eran felices, sino de creer que era su propio coraje lo que logró esa felicidad.”[5]
El mismo desdén que Cam manifestó hacia su padre se convirtió en la herencia de Nimrod. El rechazo de la autoridad de un padre terrenal es un rechazo del Padre celestial, y encontramos todas estas semillas manifestadas en Nimrod.
Vemos que Nimrod persuadía a la gente para que creyera que la fuerza o la vida no provenían de Dios, sino de ellos mismos. Esta creencia destruyó completamente el canal de bendición y estableció el pensamiento humano para que buscaran felicidad, estima y valor en sus propios logros y despliegues de poder. Con esto en mente leemos:
Génesis 10:10 Y fue el comienzo de su reino Babel, Erec, Acad y Calne, en la tierra de Sinar.
La Biblia indica que Nimrod construyó su propio reino sin ninguna referencia a Dios. Ningún hombre había hecho esto antes. Hubo hombres anteriormente que vivieron alejados de Dios y resistieron su autoridad, pero aun operaron con alguna semejanza al modelo familiar. No se habían atrevido a declararse la máxima autoridad de la tierra como para que toda la gente no mirara más allá de un rey terrenal.
“Al establecerse el reino de Nimrod, el mundo antiguo entero entró en una nueva etapa histórica. La tradición oriental que dice que aquel guerrero fue el primero en usar una corona de rey, señala un hecho más significativo que la adopción de un nuevo ornamento en la vestimenta, o incluso la conquista de una provincia. Su reinado introdujo al mundo a un nuevo sistema de relaciones entre el gobernador y el que es gobernado. La autoridad de gobernantes anteriores se había basado en un sentido de parentesco, y la ascendencia del jefe era una imagen del control paternal. Nimrod, al contrario, era un soberano de territorio, y de hombres en tanto y cuanto fueran sus habitantes, independientemente de los lazos personales. Hasta aquí había habido tribus – familias extendidas – Sociedad; ahora había una nación, una comunidad política – el Estado.”[6]
La Biblia indica que la primera ciudad que él gobernó fue Babel, o Babilonia. La ciudad de Babilonia se ha hecho sinónimo del concepto de rebelión y rechazo de la autoridad de Dios. Son esta ciudad y sus principios los que están en guerra con Dios y sus principios de bendición familiar.[7] Como vimos anteriormente, la conexión entre liderazgo y sumisión ya no era una relación familiar de padre a madre, hijo o hija, sino una conexión por el territorio, logrando la sumisión mediante la tiranía. Leamos a Josefo otra vez:
“Él también transformó al gobierno en una tiranía, viendo que no había otra manera de alejar a los hombres del temor de Dios, salvo haciéndolos constantemente dependientes de su poder [el poder de Nimrod]…”[8]
Atacó aun más a la estructura familiar al invertir los roles familiares de liderazgo y sumisión casándose con su madre, Semíramis.[9]
c. Los fundamentos espirituales de Babilonia
Si miramos de cerca la historia del hombre que construyó Babilonia, observamos las siguientes características:
1. Relaciones familiares pervertidas |
El efecto del acto de Cam hacia su padre se revela en su genealogía y su curso correspondiente, como se ve reflejado en el casamiento de Nimrod con su madre. |
2. Rechazo de la bendición familiar y la estructura de autoridad |
El dominio de acuerdo con el territorio en lugar de los lazos familiares. Formar su propio reino apartado de Dios. |
3. Inseguridad, falta de valor, e identidad confusa |
La pérdida de bendición familiar hizo que Nimrod buscara la adoración al convertirse en un poderoso. El nombre Babilonia significa confusión. |
4. Controlador |
El atributo de la tiranía es el espíritu de necesitar controlar a los demás por la fuerza, ya que no existe la conexión de los lazos familiares que inspiren respeto. El deseo de un imperio se refleja en la lista de territorios que se le atribuyen como su propiedad. |
La manifestación de Nimrod y su reino de poder y control monárquico fue el resultado natural de rechazar la estructura familiar establecida por Dios en el Jardín del Edén. Donde hay guerra, conflictos y un deseo de poder y control, allí podríamos discernir las semillas y el vino de Babilonia. La historia muestra que el mundo entero adoptó el sistema de Nimrod, y la Biblia refleja esto cuando declara:
Jeremías 51:7 Copa de oro fue Babilonia en la mano de Jehová, que embriagó a toda la tierra; de su vino bebieron los pueblos; se aturdieron, por tanto, las naciones.
El cambio de política de parte de Nimrod de gobernar por territorio y de mantener a la gente sometida a su autoridad requirió de ejércitos de hombres para defender el territorio en contra de amenazas externas, y para mantener a la población bajo control para impedir amenazas internas. Era necesario pagar la provisión para los ejércitos, por lo tanto se introdujo el régimen de tributos.
Con la pérdida del amor y bendición paternal como el fundamento de la comunidad y prioridades diferentes dominando al deseo de proveer y apoyarse mutuamente, fue necesario el desarrollo de otro móvil, trayendo a existencia el sistema monetario y bancario.
“Nimrod fue el primer gobernante que formó un ejército y estableció sistemas económicos, civiles y sociales. Impuso su religión satánica sobre todas las personas vencidas. Al tiempo, sus enseñanzas paganas se esparcieron por todas las naciones del mundo y las dominaron.”[10]
Nimrod no sólo invadió territorios literales, sino que también invadió la mente e introdujo una religión que reflejaba sus creencias en un poder inherente, y pervirtió las relaciones humanas. Esta religión se plasmó en la adoración al sol. Cuando murió Nimrod, su esposa/madre continuó con la religión, enseñando que Nimrod ahora estaba encarnado en el sol y que era un benefactor de día y que de noche luchaba contra las fuerzas del mal en el infierno. Como el sol salía todos los días, la gente podía descansar segura en el conocimiento de que Nimrod había vencido las fuerzas del mal, y así la gente se inclinaba hacia el sol en agradecimiento y gratitud a Nimrod por protegerlos.[11]
Semíramis ahora era la conexión clave con el mundo espiritual de Nimrod, y comunicaba sus deseos a la gente y actuaba de intercesora por parte de ellos. Esta posición la elevó al rol de una diosa, y ella también era adorada como su hijo/esposo y considerada la reina del cielo.[12]
Aunque hay mucha historia interesante aquí, el punto clave es que el sistema entero de territorio, dinero, tributos, ejércitos y reinado se desarrolló a partir de la destrucción del sistema original de Dios para la familia. El sistema entero está en guerra contra los principios originales que Dios tuvo de la autoridad y bendición familiar. Esto no significa que deberíamos rebelarnos contra los líderes que existen hoy, dado que Dios les ha otorgado el poder para gobernar en este nuevo sistema para demostrar el alcance pleno de su tiranía. Sin embargo, podemos discernir la plataforma sobre la cual se basa, y evitar las influencias, tanto obvias como sutiles, que socavan la construcción de un tesoro familiar.
d. El llamado de Abraham y la recuperación del sistema familiar
Así como Dios había llamado a Noé como testigo en contra de la tiranía de los “gigantes” antediluvianos, Dios ahora llama a un hombre para que represente sus principios familiares de liderazgo, sumisión, bendición e igualdad mediante las relaciones. Bajo la autoridad de su padre, Abraham realizó el viaje profundamente significativo desde Babilonia hasta Canaán.
Génesis 11:31 Y tomó Taré a Abram su hijo, y a Lot hijo de Harán, hijo de su hijo, y a Sarai su nuera, mujer de Abram su hijo, y salió con ellos de Ur de los caldeos, para ir a la tierra de Canaán; y vinieron hasta Harán, y se quedaron allí.
Este viaje de Abraham representa a todos los que buscan abandonar el sistema tiránico de Nimrod que, con sus dientes de hierro, aplasta y destruye las esperanzas de construir un tesoro familiar duradero. Este viaje se realizaría dos veces por los descendientes de Abraham[13] y dos veces por sus descendientes espirituales.[14]
Para reconstruir el sistema familiar, era necesario reconectar el canal de bendición a través del liderazgo patriarcal de Abraham.
Génesis 12:1-3 Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. 2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, [reconectaré el canal] y engrandeceré tu nombre, y serás bendición [un canal de bendición]. 3 Bendeciré a los que te bendijeren [los que se someten a la autoridad paterna], y a los que te maldijeren [los que rechazan la autoridad que te he dado] maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
Aquí hay un pacto profundamente significativo entre Dios y Abraham. La sumisión de Abraham a Dios[15] abriría una vez más la sensación tan necesaria, tan vital, del valor que se tiene cuando se está conectado con la fuente de vida del universo. A través de Abraham serían benditas todas las familias de la tierra, no solo porque a través de sus descendientes vendría el Salvador del mundo, sino también porque Dios le enseñaría principios correctos de familia, que ayudan a preservar el canal de bendición.
e. La lección de Sodoma
Como medio para preservar los principios que le fueron dados, Abraham se mudó de la ciudad donde los principios de dinero, territorio, control y dominio tenían una mayor influencia sobre el alma. Aquellos a quienes Abraham había dejado atrás en las ciudades se habían corrompido tanto que una vez más, los pensamientos de los hombres eran sólo de continuo al mal, y las estructuras familiares estaban tan destrozadas que la vida, para la mayoría, era sólo miseria, dolor, abuso y esclavitud. La perversión sexual de Cam, desarrollada y nutrida por Nimrod y Semíramis, seguía fuertemente viva en los habitantes de Sodoma y Gomorra.[16]
El Señor en su misericordia una vez más se involucra para frenar el dolor y la angustia, pero antes de hacerlo, la Biblia nos abre una serie de pensamientos de Dios acerca de Abraham, y su instrucción acerca de principios de familia.
Génesis 18:17-19 Y Jehová dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer, 18 habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra? 19 Porque yo sé [lo he conocido] que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él.
El Señor quiere que Abraham comprenda las razones por las cuales destruye a Sodoma y Gomorra. Esta destrucción serviría de advertencia y recordatorio a Abraham para que estuviera atento en mantener el canal familiar de bendición, y en evitar que surgiera la tiranía que siempre resulta cuando se corta aquel canal.
Se nos dice que Dios “sabe” o ha conocido a Abraham. Esta palabra, “saber” o “conocer”, es la misma palabra que describe el proceso de cuando Adán “conoce” a su esposa Eva. El concepto espiritual de conocer es la transferencia de la simiente espiritual que dará fruto en un reino familiar poderoso y a la vez pacífico. Esta simiente espiritual (que es el Espíritu de Cristo) se transformaría en la herencia espiritual bendita de todos aquellos que declarasen a Abraham como su padre.[17]
Génesis 18:17-19 nos traza el secreto para preservar el canal de bendición y retener la simiente espiritual que habilitaría a sus hijos e hijas para resistir la mentira de la serpiente, mentira que se manifiesta en los reinos tiránicos del mundo. Aquí está la secuencia:
1. Mandará a sus hijos y a su casa después de sí,
2. Lo cual les habilita para que “guarden el camino de Jehová”,
3. Lo cual les habilita para hacer “justicia y juicio” – o sea, un gobierno familiar honesto y recto.
4. De esta manera, la promesa del pacto para convertirse en una nación grande y poderosa se cumpliría.
El punto de partida de este proceso comienza con mandar o poner en orden a su familia. Si miramos de cerca esta estructura en la Biblia, vemos a un hombre grandemente respetado y amado – especialmente por su esposa. Este respeto se transforma en palabras de bendición que actúan como semilla de justicia en la siguiente generación, y por lo tanto preservan el canal de bendición.
1 Pedro 3:6 como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza.
La palabra “señor” que Sara utiliza para referirse a Abraham, escrita aquí por el apóstol Pedro en griego, tiene la connotación de “amo”. A través de la instrucción del Señor y a través de las tribulaciones de la vida, Sara comprendió su rol sumiso vital para establecer la autoridad de su marido, lo cual a su vez liberaría el canal de bendición.
Satanás trató desesperadamente de destruir la estructura familiar de Abraham y una vez más, intentó atacar a quien sería el agente sumiso vital. Cuando Abraham viajó a Egipto, por temor le pidió a Sara que le dijera al Faraón que ella era su hermana, para que él no fuese muerto y ella tomada por su belleza.[18]
El Faraón se llevó a Sara, y tal vez tenía la intención de casarse con ella, pero Dios intervino dándole grandes plagas al Faraón para avisarle que algo estaba mal. Sara fue devuelta a su marido y se les pidió que se fueran, pero el punto es claro en que inmediatamente luego de la promesa de reconstruir la estructura de la bendición familiar, Satanás intentó sabotearla, y utilizó a Sara como blanco debido al rol crucial que ella jugaba para abrir el canal de bendición.
Al aprender de sus experiencias, vemos el gran cuidado de Abraham al seleccionar una esposa para su hijo Isaac. Él percibió que la clave para construir el reino familiar sería encontrar una esposa que serviría de agente sumiso y respetaría a Isaac de tal manera que mantendría abierto el canal de bendición.[19]
En este capítulo, hemos explorado las raíces de la controversia espiritual que ruge hoy alrededor de la naturaleza vital de la unidad familiar. Hemos visto el surgimiento del imperio mediante la simiente de la serpiente en las vidas de Nimrod y Semíramis. También se nos ha dado esperanza en el llamado a Abraham y su familia, a través de quien seremos bendecidos si lo bendecimos - bendecirlo significa que reconocemos, en su estructura familiar, el secreto a la verdadera grandeza y la promesa de un tesoro familiar feliz.
[3] Génesis 4:12. Fugitivo - vacilar, tambalear, agitar. Vagabundo – deambular, deplorar, burlar, estar de luto.
[9] The Two Babylons [Las dos Babilonias], Alexander Hislop, Editorial Loizeaux Brothers, Inc. 1916., página 22.
[14] Primero en los tiempos de Cristo y los Apóstoles, y una vez más luego de los 1260 años de cautiverio babilónico, gobernados por el puño de hierro de la iglesia medieval.