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El tiempo señalado

Publicado Abr 04, 2013 por En Pan de cada día
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Miles de cristianos han estudiado una lección bíblica que asevera que Cristo vendrá "en el tiempo señalado" por el Padre. Pero ¿cuál es ese "tiempo"? ¿Ha PREDETERMINADO el Padre ese momento que ningún otro ser conoce, ni los ángeles, ni Jesús mismo (Mar. 13:32)? ¿O bien "el tiempo señalado" es "cuando el fruto está maduro" para la cosecha, tal como leemos en Marcos 4:26-29 y Apocalipsis 14:14-15?

      Marcos 4:26-29 Jesús decía también: "El reino de Dios es como un hombre que echa semilla en la tierra, (27) y se acuesta de noche y se levanta de día, y la semilla brota y crece; cómo, él no lo sabe. (28) "La tierra produce fruto por sí misma; primero la hoja, luego la espiga, y después el grano maduro en la espiga. (29) "Y cuando el fruto lo permite, él enseguida mete la hoz, porque ha llegado el tiempo de la siega."

 

      Apoc 14:14-15 Y miré, y había una nube blanca, y en la nube estaba sentado uno semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz afilada. (15) Entonces salió del templo otro ángel clamando a gran voz a Aquél que estaba sentado en la nube: "Mete Tu hoz y siega, porque la hora de segar ha llegado, pues la cosecha de la tierra está madura."

Es una pregunta importante, por diversas razones:

(1) El Señor quiere que su pueblo madure hasta el punto de poder compartir con Él la autoridad ejecutiva de llevar a un final triunfante "la gran controversia entre Cristo y Satanás" (ver Apocalipsis 3:20 y 21).

(2) Las "bodas del Cordero" son ese gran final triunfante; pero solamente pueden tener lugar cuando sea cierto que "su novia se ha preparado" (Apocalipsis 19:6-8). La razón secreta por la que Satanás quisiera mantenernos bien ocupados en asuntos de este mundo, o en discordias y enfrentamientos en la iglesia, es porque desea a toda costa malograr la maduración de la mies, y trata de seducir a la Esposa a que sea infiel.

Los medios informativos refirieron, a finales del 1997, cómo una novia millonaria de Boston invirtió una gran suma de dinero en los preparativos para su boda, para acabar esperando en la iglesia durante horas a un novio que no hacía acto de presencia. Cuando finalmente apareció, lo hizo en vestimenta ordinaria, y sólo para anunciar que se había vuelto atrás. Con cierta dosis de sarcasmo y alegría malévola, la novia anunció que la fiesta tendría lugar aún sin novio, e invitó a los medios de comunicación a informar del acontecimiento.

¿Qué sucedería si al llegar ese momento supuestamente predeterminado, la Esposa del relato bíblico resultara no estar 'madura', 'preparada'? ¿Tendrían lugar de todos modos las "bodas del Cordero"? Ha llegado el tiempo de recapacitar seriamente en ello. Nuestras gastadas motivaciones egocéntricas son tan impropias del momento como el mezquino interés material del que el novio se arrepintió in extremis. Es ya hora de que sintamos una auténtica preocupación por el Esposo, quien continúa en una embarazosa situación, esperando que la novia ausente esté por fin 'preparada', y lo aprecie por lo que verdaderamente es (AGAPE), y por lo que dio por ella (TODO).