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Un asunto vital - 14 - La protección del canal de bendición

Publicado Nov 06, 2012 por Adrian Ebens En Un asunto vital
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14. La protección del canal de bendición

Como vimos anteriormente, la Biblia nos presenta un modelo de vida en el cual Dios es la fuente de vida – espiritual, mental y físicamente. Esta vida no es donada, ni viene en un paquete, sino que fluye continuamente hacia nosotros mediante su Espíritu. En esa corriente de vida se encuentra el elemento vital de bendición, que descubrimos que se llama “la gloria de los hijos”. Sin la bendición del padre mediante esta corriente, la vida pierde su propósito y significado.

Hemos estudiado de cerca los roles del esposo y la esposa como ejemplos humanos del principio de fuente o simiente para transmitir esta bendición. También vimos el principio de dar a luz y cultivar, el cual se somete a la fuente/simiente y actúa como un ejemplo clave de cómo mantenerse conectado con el canal de bendición.

Fuimos testigos en el libro de Génesis de cómo Satanás ha hecho varios intentos para destruir este sistema del canal de bendición, y hemos examinado los componentes claves en la familia de Abraham para mantener en funcionamiento el canal de bendición.

Los hijos de Israel tenían diezmados los fundamentos de su canal de bendición, y ahora que los israelitas estaban libres de su esclavitud, necesitaban aprender nuevamente estos principios vitales.

La pieza central de este programa de reconstrucción fue la entrega de los Diez Mandamientos en el monte Sinaí. Un estudio cuidadoso de estos mandamientos, a la luz del canal familiar de bendición, revela algunas cosas muy interesantes.

a. Son vitales los roles de identidad claros

Al final del capítulo 6 hicimos la siguiente afirmación:

“Por lo tanto, el reconocer esta identidad masculina de simiente/liderazgo y una identidad femenina de cuidado/sumisión que reflejan la imagen del Padre celestial y su Hijo, es la clave vital para construir un tesoro de recuerdos familiares sobre un sistema relacional fuerte y armonioso.”

Una percepción clara de nuestra identidad y de quiénes somos es clave para mantener abierto este canal de bendición. Por ejemplo, cuando nos damos cuenta de que como humanos no tenemos vida inherente, ésta es una percepción de nuestra identidad. Cuando nos damos cuenta de que sólo Dios tiene vida para dar y compartir, ésta es una percepción de la identidad de Dios. En el capítulo 7 vimos cuando Satanás introdujo el concepto de la fuente de vida inherente, o sea, de que los seres humanos poseen vida en sí mismos.

Génesis 3:4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis.

Esta mentira confundió nuestra percepción de la identidad de Dios como el único que posee vida, y también confundió nuestra propia identidad como seres que no poseemos vida inherente. Esta confusión de identidad hizo que los humanos perdieran interés en mantenerse vitalmente conectados a Dios, y fomentó el espíritu de independencia y auto-suficiencia.

El punto es que, para que el canal de bendición fluya correctamente, tanto la identidad de la fuente del canal como la identidad del receptor del canal deben comprenderse correctamente, sino el canal deja de funcionar. La siguiente historia es un buen ejemplo de cómo la percepción incorrecta de la identidad puede causar una interrupción en los canales de comunicación.

A continuación, vemos una transcripción de una comunicación radial entre las fuerzas estadounidenses y canadienses durante la Segunda Guerra Mundial:

CANADIENSES: Por favor desvíe su curso 15 grados hacia el sur para evitar una colisión.


ESTADOUNIDENSES: Recomiendo que Ud. desvíe su curso 15 grados hacia el norte para evitar una colisión.


CANADIENSES: Negativo. Ud. deberá desviar su curso 15 grados hacia el sur para evitar una colisión.


ESTADOUNIDENSES: Este es el capitán de un barco naval de los Estados Unidos. Repito, desvíe su curso.

CANADIENSES: No, repito, Ud. desvíe su curso.

ESTADOUNIDENSES: Este es el portaaviones USS LINCOLN, el segundo barco más grande de la flota del Atlántico de los Estados Unidos. Nos acompañan tres destructores, tres cruceros y varias naves de apoyo. Demando que Ud. cambie su curso 15 grados hacia el norte. Repito, son uno-cinco grados norte, o se tomarán contramedidas para asegurar la seguridad de esta nave.

CANADIENSES: Este es el faro. Ud. decida.

La nave norteamericana no comprendía la verdadera identidad del faro, por lo tanto se relacionó con ella en forma arrogante. La nave norteamericana también sobreestimó su propio sentido de poder; tenía una percepción falsa de sí misma, pues ningún barco puede forzar a un faro sobre una roca poderosa que se mueva de su posición. Esta historia ilustra lo que sucedió con la raza humana cuando adoptó la mentira de la serpiente. La humanidad ya no deseaba someterse a Dios, y se quebró el canal de bendición.

Con estas cosas en mente, reflexionemos sobre la difícil situación de los israelitas. Mientras estaban en Egipto, muchos de ellos habían sido afectados por la religión egipcia que creía fuertemente en la inmortalidad o la fuente inherente de vida del alma. Por lo tanto, se confundió la percepción israelita de la verdadera identidad de Dios. También estaban confundidos en cuanto a su propia identidad.

b. Los Diez Mandamientos definen la identidad de Dios y del hombre

La entrega de los Diez Mandamientos a Israel fue la iniciativa clave para restaurar una percepción correcta de identidad, para que el canal de bendición pudiese ser restaurado y protegido. Estos mandamientos eran tan importantes que son las únicas palabras en la Biblia que Dios mismo escribió directamente.

Éxodo 31:18 Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios.

Cada uno de estos mandamientos nos dice algo acerca del Dios de la Biblia, cómo es y qué es lo más importante para él. Examinemos cada uno de estos mandamientos para ver qué nos dicen.

Mandamiento

Atributo de Dios

1. Te saqué de la servidumbre. No tendrás otros dioses delante de mí.

Redentor y Salvador, la única fuente de bendición.

2. No te harás imagen.

Enfoque interno relacional en lugar de enfoque externo material.

3. No tomarás el nombre de Dios en vano.

Integridad y trasparencia en las relaciones.

4. Acuérdate del día sábado, porque en seis días el Señor creó los cielos y la tierra.

Creador de todas las cosas, fuente de vida y bendición.

5. Honra a tu padre y a tu madre.

Estructura de bendición familiar. Respeto por la autoridad.

6. No matarás.

La vida es valiosa, las relaciones son para siempre, Dios es la fuente de vida.

7. No cometerás adulterio.

Las relaciones íntimas válidas son para siempre.

8. No robarás.

Enfoque espiritual/relacional, no material.

9. No darás falso testimonio.

Integridad y trasparencia en las relaciones.

10. No codiciarás.

Revela a Dios como la fuente de vida y bendición. El codiciar bienes y posesiones sería negar esta realidad.

Cada uno de estos mandamientos apunta a proteger nuestro sentido de quién es Dios, y por lo tanto apunta también a proteger el canal de bendición. En estos mandamientos Dios nos dice:

1. Que él es la única fuente de bendición.

2. Que no debe ser adorado mediante objetos visibles y materiales, pues esto destruye nuestra percepción de Dios como un ser verdaderamente relacional, y nos enfoca hacia cosas materiales y externas.

3. Que nuestra percepción de su identidad puede socavarse al tomar su nombre en vano, o sea, afirmar que le pertenecemos, cuando nuestros corazones están en otro lado.

4. El cuarto mandamiento es la declaración más clara de que Dios es la fuente de todas las cosas creadas. Este mandamiento es el más importante de todos los mandamientos, al darnos una percepción correcta de la identidad de Dios.

5. El quinto mandamiento es el segundo más importante, pues revela las estructuras humanas a través de las cuales fluye el canal de bendición de Dios. Nos habla de la importancia de la sumisión, obediencia y respeto.

6. Los últimos cinco mandamientos son expresiones humanas prácticas para revelar a Dios como la única fuente de vida, y cómo el evitar estas cosas nos ayudará a mantenernos conectados con él.

Si estudiamos más la Biblia, vemos que los Diez Mandamientos se expresan como el carácter de Dios; una forma escrita de cómo es él. Esto nos confirma aun más el hecho de que la ley de Dios revela la identidad de Dios y es una protección de la fuente de bendición.

Notemos las siguientes comparaciones:

El carácter de Dios

La ley de Dios

1. Espiritual

Juan 4:24

1. Espiritual

Romanos 7:14

2. Amor

1 Juan 4:8

2. Amor

Mateo 22:37-40

3. Verdad

Juan 14:6

3. Verdad

Salmo 119:142

4. Justo

1 Cor. 1:30

4. Justa

Salmo 119:144,172

5. Santo

Isaías 6:3

5. Santa

Romanos 7:12

6. Perfecto

Mateo 5:48

6. Perfecta

Salmo 19:7

7. Bueno

Lucas 18:19

7. Buena

Romanos 7:12

8. Recto

Deut. 32:4

8. Recta

Romanos 7:12 (NTV)

9. Puro

1 Juan 3:3

9. Pura

Salmo 19:8

10. No cambia

Santiago 1:17

10. No cambia

Mateo 5:18

11. Eterno

Salmo 90:2

11. Eterna

Salmo 111:7,8

12. El camino

Juan 14:6

12. El camino

Malaquías 2:7-9

13. Grande

Salmo 48:1

13. Grande

Oseas 8:12

14. Que limpia

Mateo 8:3

Salmo 57:2

14. Que limpia

Ezequiel 22:26

Ya que estos mandamientos nos dicen que es Dios quien nos creó, y que hemos salido de su mano, los mandamientos también revelan claramente nuestros orígenes e identidad. Cuando comprendemos los mandamientos bajo esta luz, podemos entender por qué la Biblia habla acerca de la ley de la siguiente manera:

Salmo 19:7-8 La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. 8 Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.

Salmo 111:7-8 Las obras de sus manos son verdad y juicio; Fieles son todos sus mandamientos, 8 Afirmados eternamente y para siempre, Hechos en verdad y en rectitud.

 

Eclesiastés 12:13 El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.


Isaías 42:21 Jehová se complació por amor de su justicia en magnificar la ley y engrandecerla.

 

Mateo 5:17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.

 

Mateo 22:36-40 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? 37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento. 39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.

 

Romanos 7:12 De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno.

 

Apocalipsis 14:12 Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.


Apocalipsis 22:14 Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad.

c. La mentira de la serpiente distorsiona los Diez Mandamientos

Cuando comprendemos que la ley de Dios es una protección del canal de bendición, entonces la ley es algo maravilloso, bello y precioso. Es algo a lo cual debemos aferrarnos y que debemos valorar como un precioso don de Dios. Es exactamente así como lo veía el rey David.

Salmo 119:97 ¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.


Salmo 40:8 El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón.

 

Salmo 119:77 Vengan a mí tus misericordias, para que viva, porque tu ley es mi delicia.

Lo concerniente a la ley de Dios es una de las cosas más terribles con las que Satanás engañó al mundo. Muchas iglesias cristianas enseñan y creen que no podemos guardar los Diez Mandamientos. Se dice que el tratar de guardarlos es legalismo. Muchos cristianos enseñan que la ley fue clavada en la cruz de Cristo, que los creyentes cristianos son liberados de la ley, y que el único mandamiento que tenemos hoy es el de amarnos los unos a los otros.

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¿Por qué tantos cristianos piensan de esta manera? ¿Por qué los cristianos a menudo ven a la ley como un enemigo en lugar de un amigo amante que protege el canal de bendición? La simple respuesta es la mentira de la serpiente. Notemos lo siguiente:

Romanos 7:10-11 Y hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte; 11 porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató.

La Biblia afirma claramente que los mandamientos son para vida, o la protección de la vida. Pero el pecado – o la entrada de la mentira de la serpiente – nos engaña y mata. ¿Cómo sucede esto?

La mentira de la serpiente nos hace creer que existe algún nivel de poder dentro nuestro. La ley también hace que queramos demostrarnos mediante despliegues de tal poder. Cuando se presenta la ley de Dios a una persona con esta mentalidad, entonces su primera inclinación es intentar obedecer esta ley para agradar a Dios. Luego de varios intentos de hacer esto y la experiencia constante del fracaso, la persona o renuncia a su creencia, o tomará la postura de que no necesitamos guardar la ley, de que la muerte de Jesús es lo único que necesitamos. Esta clase de razonamiento encaja perfectamente con las palabras de Pablo, de que el pecado a través del mandamiento nos engaña.

Dios nunca tuvo la intención de que intentásemos guardar los Diez Mandamientos como una forma de buscar ganar su favor.

Efesios 2:8-9 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe.

 

Romanos 4:3-5 Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia. 4 Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; 5 mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.

La mentira de la serpiente en realidad nos pone en contra de todo lo que fue diseñado para protegernos y mantenernos conectados al canal de bendición. Entonces, como dice Pablo:

Romanos 8:7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;

La mente carnal – o la mente afectada por la mentira de la serpiente – no puede someterse a la ley de Dios, ya sea porque rehúsa someterse, o porque encuentra que tiene poder en sí misma como para hacerlo. Pero una vez quitada la mentira de la serpiente, la ley de Dios es el regalo de Dios más maravilloso y protector; y las partes más preciosas de esta ley son las dos del medio: el mandamiento acerca del sábado, que es la revelación más clara de Dios como fuente de vida y nos invita a descansar en esa realidad, y la ley de honrar a nuestros padres, que nos da la expresión más practica del reino familiar de Dios y revela cómo esa bendición se transmite de generación a generación. La mayoría de las personas reconocen la importancia de las familias, pero pocos ven la importancia del sábado en la guerra contra Satanás para proteger el canal de bendición.

Isaías 58:13-14 Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, 14 entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado.

Cuán maravilloso es que Dios le dio a Israel una ley para protegerlo de las trampas de Satanás. Pero Dios no terminó allí. Colocó su ley en el centro de un sistema de culto que enseñaría a los Israelitas cómo acercarse a él y adorarlo. Luego de estar tan expuestos a la idolatría egipcia, llevaría tiempo para que Israel aprendiese a conocer y comprender a Dios. Cuando primero oyeron su voz, tenían tanto temor que querían huir.

Éxodo 20:18-19 Todo el pueblo observaba el estruendo y los relámpagos, y el sonido de la bocina, y el monte que humeaba; y viéndolo el pueblo, temblaron, y se pusieron de lejos. 19 Y dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros, y nosotros oiremos; pero no hable Dios con nosotros, para que no muramos.

Era una cosa que Dios declarase esta ley desde el monte Sinaí, pero esta ley no tendría efecto protector a menos que sus principios morasen en sus corazones y se tornaran parte de su manera de pensar. Por lo tanto, el enfoque del pacto de Dios con Israel fue la transferencia de los principios de la ley desde las tablas de piedra hacia las tablas de sus corazones.

Hebreos 8:10 Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo.

Tristemente, Israel reveló que había sido engañado por la mentira de la serpiente, al prometer a Dios que obedecería la ley.

Éxodo 19:5-8 Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. 6 Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel. 7 Entonces vino Moisés, y llamó a los ancianos del pueblo, y expuso en presencia de ellos todas estas palabras que Jehová le había mandado. 8 Y todo el pueblo respondió a una, y dijeron: Todo lo que Jehová ha dicho, haremos. Y Moisés refirió a Jehová las palabras del pueblo.

Cuando Dios les pidió que guardasen su ley, quería ver si se iban a dar cuenta si la podían obedecer o no. Deseaba que ellos le pidieran su ayuda, pero, influidos por la mentira del poder inherente, prometieron valientemente ser obedientes.

Pronto se reveló que esto era imposible, como vemos en el baile alrededor del becerro de oro.

Éxodo 32:7-8 Entonces Jehová dijo a Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido. 8 Pronto se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado, y le han ofrecido sacrificios, y han dicho: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto.

Esta experiencia es el antiguo pacto. El nuevo pacto, que siempre fue la intención de Dios, era que él mismo escribiría esta ley protectora dentro de sus corazones. Al escribir esta ley en sus corazones, se volverían como él; porque, como hemos notado, la ley refleja quién es Dios. Entonces, ¿cómo lograría Dios esto?

Dios le dio a Israel un sistema de adoración mediante un santuario, que les mostró cómo conectarse a esta ley y permitir que sus principios se transfiriesen a sus corazones. El sistema del santuario israelita es, en realidad, una peregrinación hacia el mismo corazón y mente de Dios. Les permitió allegarse a él, estar cerca de él y ser como él. ¡Qué hermoso don fue éste! Aquí había un sistema que protegería a sus familias y los mantendría conectados al canal de bendición.

¿Por qué tantos cristianos piensan de esta manera? ¿Por qué los cristianos a menudo ven a la ley como un enemigo en lugar de un amigo amante que protege el canal de bendición? La simple respuesta es la mentira de la serpiente. Notemos lo siguiente:

Romanos 7:10-11 Y hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte; 11 porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató.

La Biblia afirma claramente que los mandamientos son para vida, o la protección de la vida. Pero el pecado – o la entrada de la mentira de la serpiente – nos engaña y mata. ¿Cómo sucede esto?

La mentira de la serpiente nos hace creer que existe algún nivel de poder dentro nuestro. La ley también hace que queramos demostrarnos mediante despliegues de tal poder. Cuando se presenta la ley de Dios a una persona con esta mentalidad, entonces su primera inclinación es intentar obedecer esta ley para agradar a Dios. Luego de varios intentos de hacer esto y la experiencia constante del fracaso, la persona o renuncia a su creencia, o tomará la postura de que no necesitamos guardar la ley, de que la muerte de Jesús es lo único que necesitamos. Esta clase de razonamiento encaja perfectamente con las palabras de Pablo, de que el pecado a través del mandamiento nos engaña.

Dios nunca tuvo la intención de que intentásemos guardar los Diez Mandamientos como una forma de buscar ganar su favor.

Efesios 2:8-9 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe.

 

Romanos 4:3-5 Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia. 4 Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; 5 mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.

 

La mentira de la serpiente en realidad nos pone en contra de todo lo que fue diseñado para protegernos y mantenernos conectados al canal de bendición. Entonces, como dice Pablo:

Romanos 8:7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;

La mente carnal – o la mente afectada por la mentira de la serpiente – no puede someterse a la ley de Dios, ya sea porque rehúsa someterse, o porque encuentra que tiene poder en sí misma como para hacerlo. Pero una vez quitada la mentira de la serpiente, la ley de Dios es el regalo de Dios más maravilloso y protector; y las partes más preciosas de esta ley son las dos del medio: el mandamiento acerca del sábado, que es la revelación más clara de Dios como fuente de vida y nos invita a descansar en esa realidad, y la ley de honrar a nuestros padres, que nos da la expresión más practica del reino familiar de Dios y revela cómo esa bendición se transmite de generación a generación. La mayoría de las personas reconocen la importancia de las familias, pero pocos ven la importancia del sábado en la guerra contra Satanás para proteger el canal de bendición.

Isaías 58:13-14 Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, 14 entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado.

Cuán maravilloso es que Dios le dio a Israel una ley para protegerlo de las trampas de Satanás. Pero Dios no terminó allí. Colocó su ley en el centro de un sistema de culto que enseñaría a los Israelitas cómo acercarse a él y adorarlo. Luego de estar tan expuestos a la idolatría egipcia, llevaría tiempo para que Israel aprendiese a conocer y comprender a Dios. Cuando primero oyeron su voz, tenían tanto temor que querían huir.

Éxodo 20:18-19 Todo el pueblo observaba el estruendo y los relámpagos, y el sonido de la bocina, y el monte que humeaba; y viéndolo el pueblo, temblaron, y se pusieron de lejos. 19 Y dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros, y nosotros oiremos; pero no hable Dios con nosotros, para que no muramos.

Era una cosa que Dios declarase esta ley desde el monte Sinaí, pero esta ley no tendría efecto protector a menos que sus principios morasen en sus corazones y se tornaran parte de su manera de pensar. Por lo tanto, el enfoque del pacto de Dios con Israel fue la transferencia de los principios de la ley desde las tablas de piedra hacia las tablas de sus corazones.

Hebreos 8:10 Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo.

Tristemente, Israel reveló que había sido engañado por la mentira de la serpiente, al prometer a Dios que obedecería la ley.

Éxodo 19:5-8 Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. 6 Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel. 7 Entonces vino Moisés, y llamó a los ancianos del pueblo, y expuso en presencia de ellos todas estas palabras que Jehová le había mandado. 8 Y todo el pueblo respondió a una, y dijeron: Todo lo que Jehová ha dicho, haremos. Y Moisés refirió a Jehová las palabras del pueblo.

Cuando Dios les pidió que guardasen su ley, quería ver si se iban a dar cuenta si la podían obedecer o no. Deseaba que ellos le pidieran su ayuda, pero, influidos por la mentira del poder inherente, prometieron valientemente ser obedientes.

Pronto se reveló que esto era imposible, como vemos en el baile alrededor del becerro de oro.

Éxodo 32:7-8 Entonces Jehová dijo a Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido. 8 Pronto se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado, y le han ofrecido sacrificios, y han dicho: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto.

Esta experiencia es el antiguo pacto. El nuevo pacto, que siempre fue la intención de Dios, era que él mismo escribiría esta ley protectora dentro de sus corazones. Al escribir esta ley en sus corazones, se volverían como él; porque, como hemos notado, la ley refleja quién es Dios. Entonces, ¿cómo lograría Dios esto?

Dios le dio a Israel un sistema de adoración mediante un santuario, que les mostró cómo conectarse a esta ley y permitir que sus principios se transfiriesen a sus corazones. El sistema del santuario israelita es, en realidad, una peregrinación hacia el mismo corazón y mente de Dios. Les permitió allegarse a él, estar cerca de él y ser como él. ¡Qué hermoso don fue éste! Aquí había un sistema que protegería a sus familias y los mantendría conectados al canal de bendición.