Maranatha Media: Spanish

EL REGRESO DE ELÍAS - Capítulo 3 – Protegiendo la fuente de la vida y el sistema de valores por la ley

Publicado Abr 24, 2012 por Adrian Ebens En El regreso de Elías
5,077 Aciertos

Capitulo 3 – Protegiendo la fuente de la vida y el sistema de valores por la ley

A. Protegiendo nuestra relación con nuestro Padre: La fuente de la vida es la clave

Una vez que nos damos cuenta de que todo lo que poseemos, nuestro amor, nuestros dones, nuestra vida, todo viene de nuestro Padre celestial,[1] nos damos cuenta más que nunca de la necesidad de salvaguardar nuestra relación con él. Nuestra vida entera gira en torno a esa relación.[2] La oración y el estudio de la Biblia, y compartir nuestra fe ya no son cosas que tratamos de encajar en torno a nuestro trabajo y actividades de recreación, en vez, éstas cosas son secundarias a la necesidad de permanecer conectados con nuestro Padre.[3]

B. La relación protegida por la correcta identificación

Entonces, ¿Cómo protegemos esta relación? Lo primero que tenemos que hacer en una relación es determinar con exactitud quiénes son los miembros de esa relación--sabiendo con quien usted se está comunicando dictará el contenido y el modo de comunicación. Si ambas partes no están claramente identificadas, la comunicación fracasará. Permítame ilustrar esto con una historia que leí hace algún tiempo.

Dos grupos de aliados se estaban comunicando en la radio durante la guerra, uno era americano y el otro canadiense. Esta es una transcripción de la transmisión de radio entre ellos:

CANADIENSES: Por favor, desvíen su rumbo quince grados hacia el sur para evitar una colisión.

AMERICANOS: Se recomienda desviar su rumbo quince grados hacia el norte para evitar una colisión.

CANADIENSES: Negativo. Usted tendrá que desviar su rumbo quince grados hacia el sur para evitar una colisión.

AMERICANOS: Este es el capitán de un barco de la armada naval de los Estados Unidos. Repito, desvíe su rumbo.

CANADIENSES: No, vuelvo a repetir, desvíe usted su rumbo.

AMERICANOS: Este es el portaaviones USS Lincoln, la segunda nave más grande de la flota Atlantic de los Estados Unidos. Nos acompañan tres destructores, tres cruceros, y numerosos buques de apoyo. Exijo que cambie su rumbo quince grados hacia el norte. Repito: eso es cinco grados hacia el norte o se llevaran a cabo medidas de contraataque para garantizar la seguridad de esta nave.

CANADIENSES: Este es el faro. Es su decisión.

La nave americana no estaba consciente de la verdadera identidad del grupo canadiense. Casi estalla un conflicto entre los dos grupos, hasta que en el último minuto, los americanos reconocieron la verdadera identidad del grupo canadiense. La luz del faro canadiense fue vista como una nave que estaba en el camino de la nave de guerra americana, mientras su verdadera identidad era alumbrar el camino para las naves y prevenir que se estrellaran entre las rocas.

Este relato ilustra perfectamente la tragedia que ocurrió cuando la raza humana abrazó la mentira de Satanás de que “ciertamente no moriréis”. Alteró el sentido de quién era realmente el hombre. Cambió su identidad por una falsedad. También cambió su percepción acerca de Dios.[4] La mentira de Satanás hizo que el hombre viera el carácter de Dios a una luz falsa. Causó que el hombre le viera como egoísta y temeroso de que otros tuvieran acceso a su poder. Esta mentira también destruyó el concepto del hombre de ver a Dios como su fuente, su tesoro y el centro de su vida. En este estado terrible, el hombre ya no podía comunicarse eficazmente con Dios porque el hombre había perdido la identidad de ambos—la de Dios y la suya propia.[5]

C. Los diez mandamientos identifican y protegen a los miembros de la relación

¿Tenia Dios algo preparado para prevenir que la humanidad perdiera la identidad de ambos, la de Dios y la suya propia? ¡Por supuesto! Son los diez mandamientos. Salmos 119:93 nos dice que a través de los preceptos de Dios se nos da la vida. Romanos 7:10 nos dice que los mandamientos fueron destinados a dar la vida. 1 de Juan 3:4 dice que el pecado es la transgresión de la ley, y Romanos 6:23 dice que la paga del pecado es la muerte. Por lo tanto los mandamientos fueron dados para proteger nuestra vida. Eso quiere decir que si los mandamientos protegen nuestra vida, y que si nuestra vida es obtenida a través de la comunión con Dios, entonces los diez mandamientos deberían revelar la verdadera identidad de ambos, Dios y el hombre, y también indican los limites de esa comunicación. ¿Nos dicen los mandamientos algo acerca de la identidad de Dios? Obsérvese lo siguiente:

El carácter de Dios

La ley de Dios

1. Espiritual

Juan 4:24

1. Espiritual

Romanos 7:14

2. Amor

1 Juan 4:8

2. Amor

Mateo 22:37-40

3. Verdad

Juan 14:6

3. Verdad

Salmo 119:142

4. Justo

1 Corintios 1:30

4. Justa

Salmo 119:144, 172

5. Santo

Isaías 6:3

5. Santa

Romanos 7:12

6. Perfecto

Mateo 5:48

6. Perfecta

Salmo 19:7

7. Bueno

Lucas 18:19

7. Buena

Romanos 7:12

8. Justo

Deuteronomio 32:4

8. Justa

Romanos 7:12

9. Puro

1 Juan 3:3

9. Pura

Salmo 19:8

10. No cambia

Santiago 1:17

10. No cambia

Mateo 5:18

11. Permanece para

siempre

Salmo 90:2

11. Permanece para

siempre

Salmo 111:7, 8

12. El camino

Juan 14:6

12. El camino

Malaquías 2:7-9

13. Grande

Salmo 48:1

13. Grande

Oseas 8:12

14. Limpio

Mateo 8:3

Salmo 57:2

14. Limpio

Ezequiel 22:26

Hay muchos lugares en la Biblia que describen a Dios con los mismos atributos que su ley. Esto es muy útil para identificar a la verdadera persona de Dios. Ellen White dice: “La ley de Dios es la transcripción de su carácter. Abarca los principios de su reino”. (Palabras de vida del gran maestro, p. 246).

Vamos a echarle un vistazo más de cerca a cada uno de los mandamientos y a ver lo que nos dicen acerca de Dios. Mientras que nos fijamos en cada mandamiento, queremos hacer la pregunta: “¿Que me dice esta declaración acerca del autor?

El carácter de Dios

1. Yo te saque de casa de servidumbre.

No tendrás dioses ajenos delante de mí

Redentor, Salvador, el único Dios. El desea una relación exclusiva

2. No te harás ningún ídolo (imagen tallada)

Relacional directa, enfoque en lo espiritual

3. No tomarás el nombre de Jehová en vano

Integridad, transparencia, relacional

4. Acuérdate del día de reposo para santificarlo porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra

Creador, fuente de vida, relacional


5. Honra a tu padre y a tu madre

Familia/enfoque relacional, paternal

6. No matarás

La vida es preciosa, las relaciones son para siempre, él es la fuente de la vida

7. No cometerás adulterio

Las relaciones validas e intimas son para siempre

8. No hurtarás

Espiritual/relacional, no hay enfoque en lo material.

9. No mentirás

Integridad, transparencia, relacional

10. No codiciarás

Creador, fuente de vida, relacional

1. El primer mandamiento nos dice que Dios sacó a Israel de la esclavitud en Egipto, lo que nos dice que este Dios es Redentor y Salvador. Cuando él me dice que no tenga otros dioses sino él, me dice que desea una relación muy intima conmigo.[6]

2. El segundo mandamiento nos dice que Dios quiere que tengamos una relación de corazón a corazón. La adoración de ídolos no es una adoración de corazón a corazón. La idolatría tampoco es adoración espiritual, es decir, espíritu con espíritu, mente con mente.[7]

3. El tercer mandamiento nos dice que Dios es verdadero y transparente en sus relaciones. Si comenzamos una relación con él, él no quiere que finjamos en la relación, haciéndola algo vano e inútil.[8]

4. El cuarto mandamiento es muy especial porque nos dice que Dios es la fuente de la vida, de que todo proviene de él,[9] que él creó todas las cosas.[10] Este mandamiento tiene un gran impacto en nuestra percepción de él, influenciando en gran manera como nos sentimos acerca de él. Es muy significativo observar que de todos los mandamientos, el mandamiento del sábado contiene el número más grande de palabras.

5. El quinto mandamiento es también especial porque nos dice cómo la vida de Dios fluye a través de canales terrestres.[11] Examinaremos este detalle en “la gloria de los hijos” y en “la llegada de Elías”. Este mandamiento nos promete una larga vida si honramos a nuestros padres. Nos explica específicamente que nuestros padres nos dicen algo muy especial acerca de Dios, y que al honrarles a ellos, lo honramos a él.

6. El sexto mandamiento nos dice que Dios ve a la vida como algo precioso. También nos dice que Dios desea que las relaciones duren para siempre.[12]

7. El séptimo mandamiento nos dice que algunas relaciones son peligrosas y que, con respecto a Dios, refleja el primer mandamiento de no tener otros dioses. Nos recuerda que Dios es nuestra fuente de vida, intima y muy personal.[13]

8. El octavo mandamiento nos dice que Dios proveerá para todas nuestras necesidades, que él cuidará de nosotros. Nos dice que Dios no está enfocado en las cosas, sino en las relaciones.[14]

9. El noveno mandamiento refleja al tercero. Dios quiere transparencia e integridad en las relaciones. Un testimonio falso destruye la identidad de uno o ambos de los miembros, y destruye la comunicación.[15]

10. El décimo mandamiento nos recuerda, con respecto a Dios, que él es la fuente de la vida. No nos faltará nada cuando creamos esto.[16] También nos habla de nuevo de la mente relacional-spiritual de Dios. Todos los mandamientos, del cinco al nueve, pueden ser vistos y desplegados, pero este mandamiento es un asunto del corazón. Es invisible al ojo humano. Por lo tanto, este mandamiento es crítico para entender la naturaleza del reino de Dios.

En suma los diez mandamientos nos dicen que Dios es:

  1. La fuente de la vida
  2. Él es el Creador
  3. Él es nuestro Redentor
  4. Él desea relaciones de corazón a corazón
  5. Él cuida de nosotros como un Padre y suple todas nuestras necesidades

Saber estas cosas es vital para captar una verdadera imagen de Dios que nos ayudará a comunicarnos eficazmente con él. Hará que le respetemos y le reverenciemos y le amemos por todo lo que él hace. Nos ayudará a enmarcar nuestra comunicación en forma de palabras de confianza de que él hará lo que es mejor para nosotros.

Ahora que sabemos un poco los que nos dicen los mandamientos acerca de Dios, ¿qué nos dicen acerca de nosotros mismos?

Nuestra identidad

1. Yo te saque de casa de servidumbre.

No tendrás dioses ajenos delante de mí

Somos redimidos. Adoramos a un solo Dios

2. No te harás ningún ídolo (imagen tallada)

Relacional, enfoque en lo espiritual

3. No tomarás el nombre de Jehová en vano

Integridad, transparencia, relacional

4. Acuérdate del día de reposo para

santificarlo, porque en seis días hizo Jehová

los cielos y la tierra

Somos creados, la vida procede de Dios, tenemos una relación con nuestro Creador


5. Honra a tu padre y a tu madre

Las familias tienen un enfoque relacional, paternal

6. No matarás

La vida es preciosa, las relaciones son para siempre. Dios es el dueño de todos

7. No cometerás adulterio

Las relaciones validas e intimas son para siempre

8. No hurtarás

Espiritual/relacional, no hay enfoque en lo material.

9. No mentirás

Integridad, transparencia, relacional

10. No codiciarás

Dios provee todas las necesidades

1. El primer mandamiento nos dice que Dios sacó a Israel de la esclavitud en Egipto, que es un símbolo de esclavitud al pecado. Nos dice que hemos sido redimidos.

2. El segundo mandamiento nos dice que Dios quiere tener una relación de corazón a corazón con él. Corazón a corazón, mente con mente.

3. El tercer mandamiento nos dice que hemos de ser transparentes en nuestras relaciones y no fingir.

4. El cuarto mandamiento nos dice que somos creados. Nos dice que somos responsables a un poder más grande que nosotros mismos. Nos invita a descansar en los brazos de Dios y a confiar en él.

5. El quinto mandamiento nos dice que debemos respetar la autoridad de la familia.

6. El sexto mandamiento nos dice que debemos ver a la vida como algo precioso. También nos dice que consideremos a las relaciones como algo que debe durar para siempre.

7. El séptimo mandamiento nos dice que algunas relaciones son peligrosas y que la estructura familiar no debe ser desestabilizada, o afectará el flujo de la bendición y de la vida de Dios a través de nuestros padres o de nosotros a nuestros hijos.

8. El octavo mandamiento nos dice que no debemos enfocarnos en cosas, sino en las relaciones.

9. El noveno mandamiento protege nuestras relaciones del rompimiento de la comunicación y nos recuerda las bendiciones de la honestidad.

10. El décimo mandamiento nos advierte del vacío del egocentrismo y la felicidad que encontramos al confiar en Dios. También nos dice que debemos ser espirituales porque éste es el único mandamiento que es invisible al ojo humano.

En suma, encontramos nuestra identidad definida de esta manera:

  1. Dios es nuestro Creador. No tenemos vida en nosotros mismos.[17]
  1. Dios es nuestro Redentor.
  1. Él suple todas nuestras necesidades—físicas, mentales, y espirituales.
  1. Somos seres relacionales con un anhelo por la intimidad de corazón a corazón, mente a mente.

D. Diez mandamientos: Clave para la vida, la identidad, y el valor

Ciertamente podemos decir con David que los mandamientos son excesivamente amplios.[18] Los mandamientos juegan un papel fundamental para identificar claramente a Dios y al hombre, lo que garantiza una comunión intima entre ambos. Sin la ley no puede haber vida para nosotros. Basado en lo que hemos examinado, observe cuidadosamente la siguiente secuencia:

  1. La ley nos revela la verdadera identidad de Dios.
  1. La ley define nuestra propia identidad.
  1. Puesto que la comunicación entre dos personas exige la identificación clara de ambos, la ley protege la relación entre Dios y el hombre.
  1. Puesto que la ley claramente identifica a Dios y al hombre, garantiza que el hombre encontrará su tesoro y centro en Dios y no en sí mismo. Esta diseñada a protegerlo del egocentrismo.
  1. Puesto que Dios es la fuente de la vida, la ley protege nuestra vida.[19]
  1. La ley nos centra en Dios, por ende la ley protege nuestro valor.
  1. Por lo tanto la ley es el mismo fundamento del gobierno de Dios.

¿Puede usted ver por qué la Biblia dice lo siguiente acerca de la ley?:

  • Los mandamientos de Dios permanecen para siempre (Salmo 111:7, 8).
  • Los mandamientos de Dios son santos, justos y buenos. (Romanos 7:12).
  • Los mandamientos de Dios son el objeto del nuevo pacto (Hebreos 8:10).
  • Los mandamientos de Dios son la ley de la libertad (Santiago 2:12).

¿Puede usted ver por qué Jesús dijo que ni una jota ni una tilde pasará de la ley? (Mateo 5:17, 18).

E. Los diez mandamientos: El centro de los ataques de Satanás

Por lo tanto, cada vez que alguien dice que la ley de Dios ha sido modificada o eliminada, está en efecto diciendo—realmente no puedo conocer a Dios ni a mí mismo, y no puedo tener un verdadero valor y estima, y estoy destinado a morir y a ser separado de la fuente de la vida.

¿Cómo podría alguien querer cambiar o eliminar la ley? ¿Cómo puede alguien decir que guardar la ley es legalismo? Por supuesto, es cierto que al no comprender su significado, de hecho podemos convertirnos en legalistas en nuestro intento de guardarla. Por lo tanto, los próximos capítulos se centrarán en cómo el sistema de valores de Satanás cambia completamente el significado de la ley y la convierte en algo terrible y esclavizante. Por ahora enfatizemos el punto de que la ley de Dios protege nuestra relación con el.

Puesto que Satanás rechazó esa relación, entonces el corazón de Satanás ciertamente rechazaría la ley. Y eso es precisamente lo que pretende conseguir que hagamos. Por lo tanto como veremos, el sistema de obediencia que impone a los que él no puede llevar a rechazar la ley directamente, es realmente un sistema de desobediencia disfrazado de obediencia.

El siguiente texto es crítico:

Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden (Romanos 8:7).

La mente carnal es una mente integrada con la mentira del egocentrismo o la posesión de la vida en sí mismo. Una mente así tendrá desprecio y odio por la ley de Dios, que exige centrarse en Dios. Siendo este el caso, siempre que la ley es atacada o se intenta cambiarla, vemos la mano de Satanás. Daniel 7:25 nos dice que el poder del pequeño cuerno pensaría en cambiar los tiempos y la ley.

Mientras que todos los mandamientos son de vital importancia, el mandamiento más importante es el cuarto mandamiento, que más claramente identifica nuestra fuente de la vida eterna. Es por eso que este mandamiento ha sido objeto del ataque más contundente. Mucha gente es feliz de reconocer nueve de los diez mandamientos porque es más fácil mantener un nivel de egocentrismo, pero el mandamiento del sábado lo hace más difícil. Hay mucho más que decir sobre este tema, pero por ahora vamos a alabar a Dios por su ley. La ley protege nuestra conexión con Dios, y esa conexión derramará el poder de Dios sobre nosotros para que seamos como él—esta es la fe que obra por amor. Podríamos decir con David:

“¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación”. (Salmo 119:97)

“Bienaventurado el varón que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo”. (Salmo 1:1, 2).

En el capítulo anterior, hemos observado que Satanás cambió el pensamiento del hombre de tener a Dios como el centro, al egocentrismo, al decirnos que tenemos vida en nosotros mismos. Examinaremos los resultados de creer esta mentira un poco más en el próximo capítulo.

 

El_Reino_de_Dios_y_su_ley




[1]“Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación”. (Santiago 1:17).

[2] “Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos”. (Hechos 17:28).

[3] “Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí”. (Juan 15:4).

[4] “Y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una imagen en forma de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles”. (Romanos 1:23).

[5] “Pero vuestras iniquidades han hecho separación entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados le han hecho esconder su rostro de vosotros para no escucharos”. (Isaias 59:2, LBLA).

[6] “El hombre que tiene amigos, ha de mostrarse amigo; y hay un amigo más cercano que un hermano”. (Proverbios 18:24, Reina-Valera Gómez).

[7] “Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos”. (Pro 23:26, Reina-Valera Gómez).

[8] “No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; lunas nuevas, sábados, y el convocar asambleas, no lo puedo soportar; son iniquidad vuestras fiestas solemnes. Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes aborrece mi alma; me son gravosas; cansado estoy de soportarlas. Cuando extendiereis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multiplicareis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos”. (Isaías 1:13-15, Reina-Valera Gómez).

[9] “Mas para nosotros sólo hay un Dios, el Padre, de quien son todas las cosas, y nosotros en Él”. (1Corintios 8:6, Reina-Valera Gómez).

[10] “¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y con pesas los collados? ¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole? … He aquí que las naciones le son como la gota de agua que cae del cubo, y como menudo polvo en las balanzas le son estimadas; he aquí que hace desaparecer las islas como polvo. Ni el Líbano bastará para el fuego, ni todos sus animales para el sacrificio. Como nada son todas las naciones delante de él; y en su comparación serán estimadas en menos que nada, y que lo que no es. ¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o qué imagen le compondréis?” (Isaías 40:12-18).

[11] “Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo”. (1Corintios 11:3).

[12] “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”. (Apocalipsis 21:4).

[13] “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”. (Mateo 6:24).  “Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra”. (1 Reyes 18:21).

[14] “Mat 6:33  Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.

[15] “El hipócrita con la boca daña a su prójimo; Mas los justos son librados con la sabiduría”. (Proverbios 11:9).

[16] “No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Filipenses 4:11-13).

[17] “Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos”. (Salmo 100:3).

[18] “A toda perfección he visto fin; Amplio sobremanera es tu mandamiento”. (Salmo 119:96).

[19] “Y sé que su mandamiento es vida eterna”. (Juan 12:50).