¿Era Jesús un trinitario?
Publicado May 24, 2012 por Adrian Ebens En Trinidad
Para muchas personas esta pregunta parece ser evidente confiando en el uso de Mateo 28:19 y 1 Juan 5:7. Para la mayoría de los cristianos, el hecho de que la Biblia se refiere al Padre, Hijo y Espíritu Santo parece ser suficiente para poner fin a cualquier discusión sobre el asunto.
Si la Trinidad es correcta, supondríamos que cuando Jesús habló sobre lo que constituye la verdadera adoración, sin duda, habría ido directamente al punto y habría proclamado en términos inequívocos que "hay un solo Dios: el Padre, Hijo y Espíritu Santo, una unidad de tres personas coeternas".
Curiosamente (para muchos) este no es el caso. Cuando nos dirigimos a Juan 4 nos encontramos con que Jesús le define a la mujer samaritana lo que constituye la verdadera adoración. Él le hace ver claramente que los judíos saben a quien ellos adoran cuando dice:
Juan 4:22 Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.
Si Jesús fue un trinitario, entonces esta afirmación de que los judíos saben a quien adoran parece ser bastante amable y, de hecho, podría considerarse como engañosa. La mayoría de la gente sabe que los judíos son lo que algunos pastores llaman "rígidamente monoteístas" y esta creencia se basa en gran medida en Deuteronomio 6:4.
Deuteronomio 6:4 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
Si los judíos hubieran tenido una comprensión limitada de Dios como una Trinidad y de alguna manera habían leído mal la palabra hebrea "Ejad" como refiriéndose a un individuo, entonces me parece que cuando Jesús indica que los judíos saben a quien ellos adoran, él está siendo muy amable, y hasta rayando en mentiroso. Pero posiblemente Jesús está a punto de traer a esta mujer a la verdad de la Trinidad usando el difuso monoteísmo de los judíos como una plataforma para exponer la realidad más profunda de los tres en uno.
Juan 4:23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
Esta es una declaración muy significativa de como Jesús usa la frase "los verdaderos adoradores." Cualquier cosa que Jesús conecta con esta frase debería ser lo que significa la verdadera adoración. La palabra que Jesús utiliza es "Padre", como el foco central del verdadero adorador. ¿Cómo podía Jesús decir esto? Si la Trinidad es correcta, entonces él tendría que haber dicho:
Juan 4:23 [Una versión de la Trinidad] Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre, Hijo y Espíritu, en espíritu y en verdad; porque buscamos tales adoradores para que nos adoren.
¿Por qué Jesús sólo se refiere al Padre como el centro de la verdadera adoración? ¿No se nos manda a adorar a Jesús también? ¿Está Jesús simplemente siendo humilde y no quiere promoverse a sí mismo? Pero si Jesús habla con la verdad y dijo que los verdaderos adoradores adorarán al Padre, entonces, ¿cómo podemos resolver esta aparente contradicción?
Creo que la respuesta se encuentra en el texto:
... adorarán al Padre en espíritu y en verdad.
¿Quién es la verdad?
Juan 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
La forma en que adoramos al Padre es a través de nuestra adoración del Hijo. Al contemplar cómo el Hijo obedece, confía y se somete a su Padre, aprendemos el secreto de cómo adorar al Padre. Nuestra adoración del Padre, se hace posible a través de nuestra adoración del Hijo. ¿Y cómo se nos revela esta verdad?
Juan 6:63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar. Y dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre.
La verdad de que Jesús es el Camino al Padre sólo se revela a través del Espíritu Santo (Mateo 16:17). La carne y la sangre no pueden revelar esto a los hombres, sólo el Espíritu de Dios, el Padre. Por lo tanto los verdaderos adoradores adorarán al Padre a través del conocimiento del Hijo [La Verdad] revelado por su Espíritu, o como Jesús lo expresó, adoramos al Padre en espíritu y en verdad. Sólo para aclarar este punto Jesús vuelve a afirmar lo que acaba de decir:
Juan 4:24 Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad.
Las referencias al Padre en el versículo 23 son ahora un paralelo de la frase "Dios es Espíritu", que significa que el Padre es un ser espiritual y que le adoran [rígidamente monoteísta] por medio del conocimiento del Hijo que es la verdad, revelada por el Espíritu.
Así que Jesús dice con sencillez y claridad que el Padre es el centro de todos los verdaderos adoradores y que esta adoración sólo puede ocurrir a través del Espíritu [el Padre], y la verdad [el Hijo].
Es absolutamente imposible entender las palabras de Jesús como indicando que tres seres son el centro de la verdadera adoración o más clásicamente tres personas en un solo ser. Una vez que Jesús usó la frase "verdaderos adoradores", estaba obligado a darnos una declaración clara y contundente de lo que significa la verdadera adoración. Si de alguna manera estaba tratando de preparar a esta mujer para que ella entendiera la Trinidad, entonces lo que Él le dijo no era más que una mentira, y sabemos que ninguna mentira es de la verdad.
1 Juan 2:21-23 No os he escrito porque ignoréis la verdad, sino porque la conocéis y porque ninguna mentira procede de la verdad. ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo aquel que niega al Hijo tampoco tiene al Padre; el que confiesa al Hijo tiene también al Padre.
1 Juan 1:2-3 (porque la vida fue manifestada, y la vimos, y testificamos, y os anunciamos aquella vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó). Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.