El Modelo Divino - 6 - Identificando a la iglesia

6. Identificando la Iglesia

El establecernos correctamente en nuestras comunidades significa que necesitamos identificar a las personas e instituciones a las que debemos respetar. También necesitamos identificar a los que están bajo nuestro cuidado para protegerlos y bendecirlos. La vida en la sociedad occidental ha eliminado muchos aspectos del modelo divino y ha enturbiado el sistema del canal para muchos. Aun así, la mayor parte de nosotros puede identificar dos cuerdas del cordón de tres dobleces.

Muchos podemos identificar a nuestros padres o guardianes desde la infancia, y a las autoridades civiles en nuestras vidas tales como el gobierno, la policía y los magistrados. Lo que no es fácil para muchos es identificar la autoridad de la iglesia en sus vidas. Como parte del cordón de tres dobleces, necesitamos identificar claramente a la iglesia para saber quiénes son las personas por las que debemos orar y a las que debemos dirigirnos y apelar.

Recibimos bendiciones personales cuando nos alimentamos de la Palabra de Dios individualmente, y al seguir el modelo divino en nuestra familia y comunidad, pero también hay una bendición que viene de la iglesia de Dios. La bendición que viene de la iglesia de Dios es la bendición que fue dada a Abraham.

Gen 12:2-3 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. (3) Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.

Los hijos de Israel fueron los beneficiarios de las promesas de Dios incluyendo los pactos. La parte más vital de este pacto incluía:

Heb 8:9-11 No como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos no permanecieron en mi pacto, y yo me desentendí de ellos, dice el Señor. (10) Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos,
y sobre su corazón las escribiré; y seré a ellos por Dios, y ellos me serán a mí por pueblo; (11) y ninguno enseñará a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; porque todos me conocerán, desde el menor hasta el mayor de ellos.

Por favor observe que este pacto fue hecho con la casa de Israel. Es de suma importancia comprender que cuando Israel como nación dejó de ser el canal de bendiciones de Dios, la promesa hecha a Abraham fue transferida a la iglesia cristiana [1]

Gal 3:16,29 (16) Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo… (29) Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.

Sabemos que la iglesia de Dios bajo el liderazgo de los apóstoles se extendió rápidamente por todo el mundo, pero pronto cayó bajo una intensa persecución. Esto condujo a la iglesia al desierto donde fue protegida por Dios durante 1260 años.

Apoc 12:6 Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días.

Al final de los 1260 años, el remanente del pueblo de Dios salió para proclamar el mensaje de la hora del juicio. Este grupo es identificado como los que guardan los mandamientos de Dios y tienen la fe de Jesús.

Apoc 12:17 Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.

Es de suma importancia recordar que este canal de bendición proviene de Abraham. Por lo tanto es primordial que examinemos de cerca los principios fundamentales de su sistema de adoración, el cual nos ayudará a identificar quienés son los verdaderos descendientes espirituales de Abraham. Presento en detalle estos principios en el capítulo 11 de mi libro “Un asunto vital”, pero para el objetivo de este libro, proveeré simplemente el resumen tal como está reflejado primero en Abraham y luego en Israel.

Entendemos que la mujer que sale del desierto en Apocalipsis 12 es el surgimiento del movimiento adventista. La Inspiración nos dice en varios lugares que el movimiento adventista está repitiendo lo que hizo Israel. Observemos cuidadosamente algunos de esos paralelos.

La iglesia adventista fue colocada para recibir las bendiciones de Abraham, porque surgió del período de 1260 años y abrazó los componentes principales de aquel sistema de bendición a través de la adoración del Dios verdadero, sus mandamientos y el sistema de adoración en su Santuario.

Note cuidadosamente lo que dice la inspiración sobre el Adventismo y su relación con el Dios del cielo:

Los adventistas que guardan los mandamientos ocupan un lugar especial exaltado. Juan los vio en una santa visión y los describió así: “He aquí los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”. El Señor hizo un pacto especial con el antiguo Israel: “Ahora pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa”. Y así se dirige al pueblo que guarda sus mandamientos en estos últimos días diciendo: “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”. Testimonios para la Iglesia, Tomo 2, p. 401

Dios ha llamado a su iglesia en este tiempo, como llamó al antiguo Israel, para que se destaque como luz en la tierra. Por la poderosa cuña de la verdad –los mensajes de los ángeles primero, segundo y tercero–, la ha separado de las iglesias y del mundo para colocarla en sagrada proximidad a sí mismo. La ha hecho depositaria de su ley, y le ha confiado las grandes verdades de la profecía para este tiempo. Como los santos oráculos confinados al antiguo Israel, son un sagrado cometido que ha de ser comunicado al mundo. Testimonios para la Iglesia, tomo 5, p. 431

“Habló además Jehová a Moisés, diciendo: Tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: Con todo eso vosotros guardaréis mis sábados; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras edades, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico. Así que guardaréis el sábado, porque santo es a vosotros: el que lo profanare, de cierto morirá; porque cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella alma será cortada de en medio de sus pueblos. Seis días se hará obra, mas el día séptimo es sábado de reposo consagrado a Jehová; cualquiera que hiciere obra el día del sábado, morirá ciertamente. Guardarán, pues, el sábado los hijos de Israel; celebrándolo por sus edades por pacto perpetuo: Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó, y reposó”. Éxodo 31:12-17. ¿No nos designan estas palabras a nosotros como el pueblo peculiar de Dios? ¿No nos dicen que siempre debemos amar la distinción sagrada puesta sobre nosotros para distinguirnos como denominación? Los hijos de Israel debían guardar el sábado de generación en generación, como una “alianza perpetua”. El sábado no ha perdido nada de su significado. Es y será para siempre jamás la señal entre Dios y su pueblo. Testimonios para la Iglesia, Tomo 9, p. 170. 

Estas declaraciones inspiradas dejan muy claro que Dios ha puesto la bendición de Abraham sobre el movimiento adventista. Sin embargo, la bendición que fue derramada a la iglesia adventista hizo de esta un objeto especial de la furia de Satanás. Así como lo indica el siguiente versículo:

Apoc 12:17 Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.

Este ataque especial ha llevado al Adventismo a repetir la historia de Israel.

Los lazos de Satanás son echados para que nosotros caigamos, tan seguramente como fueron echados para los hijos de Israel poco antes de su entrada a la tierra de Canaán. Estamos repitiendo la historia de aquel pueblo. Testimonios para la Iglesia, tomo 5, pp. 149, 150.

Si estudiamos detenidamente la historia de Israel desde la frontera de Canaán, vemos que el pueblo cayó en apostasía y participó en la adoración falsa de las naciones que lo rodeaba. Si estudia cuidadosamente Patriarcas y Profetas, capitulo 41, “La apostasía a orillas del Jordán”, podrá leer lo que le aconteció al pueblo de Israel y quizás discernir los paralelos para nosotros hoy día. El mismo hecho de que haya ocurrido una apostasía dentro del movimiento adventista confirma su relación especial con Dios en lugar de impugnarla. Así como el chasco de nuestros pioneros confirmó su posición al hacer un paralelo con el chasco de los discípulos por la muerte de Cristo, así también la actual apostasía en las fronteras de la Canaán celestial confirma el paralelo con el antiguo Israel quien originalmente sostuvo un estatus de pacto con Dios.

La profeta declara acerca de Israel [2]

Se aventuraron a pisar terreno prohibido y se enredaron en los lazos de Satanás. Hechizados por la música y el baile y seducidos por la hermosura de las vestales paganas [las hijas de Babilonia], desecharon su lealtad a Jehová. Mientras participaban en la alegría y en los festines, [la aceptación de las iglesias protestantes], el consumo de vino [la falsa doctrina de la trinidad, la naturaleza de Cristo, la expiación, etc.] ofuscó sus sentidos y quebrantó los muros del dominio propio. Predominó la pasión en absoluto; y habiendo contaminado su conciencia por la lascivia, se dejaron persuadir a postrarse ante los ídolos [la trinidad]. Ofrecieron sacrificios en los altares paganos y participaron en los ritos más degradantes [iglesia emergente]. No tardó el veneno en difundirse por todo el campamento de Israel, como una infección mortal. Los que habían vencido a sus enemigos en batalla fueron vencidos por los ardides de mujeres paganas. La gente parecía atontada. Los jefes y hombres principales fueron los primeros en violar la ley, y fueron tantos los culpables que la apostasía se hizo nacional. “Así acudió el pueblo a Baal-peor”. Patriarcas y profetas, p. 430

Zimri, uno de los nobles de Israel, vino audazmente al campamento, acompañado de una ramera madianita, princesa de una familia distinguida de Madián, a quien él llevó a su tienda. Nunca se ostentó el vicio más osada o tercamente. Embriagado de vino, Zimri publicó “su pecado como Sodoma”, y se enorgulleció de algo que debió llenarlo de verguenza. Ibíd. p. 431.

¿Cómo despertó Israel de su pecado?

Debido a los castigos que les alcanzaron rápidamente, muchos reconocieron la enormidad de su pecado. Estalló en el campamento una terrible pestilencia de la cual decenas de millares cayeron prestamente victimas. Dios ordenó que quienes encabezaron esa apostasía fuesen ejecutados por los magistrados. La orden se cumplió inmediatamente. Los ofensores fueron muertos, y luego se colgaron sus cuerpos a la vista del pueblo, para que la congregación, al percibir la severidad con que eran tratados sus cabecillas, adquiriese un sentido profundo de cuanto aborrecía Dios su pecado y de cuan terrible era su ira contra ellos. Patriarcas y Profetas p. 431

¿Hay algún motivo para creer que la historia no se repetirá de la misma forma en este tiempo? ¿No nos han dicho que estamos repitiendo la historia de Israel? Dios no puede ser burlado, y la apostasía voluntaria se encontrará con la justicia divina. Esa justicia no la llevarán a cabo miembros de la iglesia como en el tiempo de Israel, más Dios se asegurará de tratar fielmente con dicha apostasía.

Los que se levantan airados contra nuestros líderes de iglesia no entienden su posición en la estructura de bendición, y también yerran al desconfiar que Dios no puede ser burlado. Es algo temeroso caer en las manos del Dios vivo.

Mi apelación a mi familia de iglesia es que lloremos y supliquemos por nuestros líderes, pues actualmente están marcados para una destrucción certera. La obra de arrepentimiento y súplicas ante el Señor no es deseada por el corazón carnal. No hay amor en el corazón carnal para nuestros pobres líderes, muchos de los cuales en este momento se enfrentan a una muerte segura.

Pongámonos en la posición de la esposa para con su esposo incrédulo y busquemos ganar a nuestros líderes mediante nuestra conducta. Los que se levantan airados y conectan este precioso mensaje del amado Hijo de Dios con agresión, llamando a la iglesia Babilonia, están haciendo el trabajo de Satanás para endurecer a nuestros líderes en su apostasía. “La respuesta suave aplaca la ira” y “Las palabras dichas a tiempo son como manzanas de oro con adorno de plata”. Proverbios 15:1; 25:11.