El Modelo Divino - 1 - El Modelo Divino

Publicado Oct 30, 2012 por Adrian Ebens En El Modelo divino

Sección 1. Fundamentos del

Modelo Divino

 

1. El modelo divino

1 Cor 8:6 (NBLH) Pero para nosotros hay un solo Dios, el Padre, de quién [1] proceden todas las cosas y nosotros somos para Él; y un solo Señor, Jesucristo, por quién son todas las cosas y por medio de Él existimos nosotros.

Todo lo que recibimos en esta vida viene a través del modelo divino. Este modelo se manifiesta a través de las personas del Padre y el Hijo. Este modelo divino encuentra su origen en el Padre “de quién proceden todas las cosas” y, a continuación, fluye hacia nosotros a través de la persona de Cristo “por quién son todas las cosas”.

Es de vital importancia para nosotros como beneficiarios de estas bendiciones de discernir claramente la personalidad y la individualidad de cada persona en este modelo divino.

Heb 1:1-3 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, (2) en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; (3) el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.

Jn 5:26 Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo.

La Biblia revela claramente al Padre como la gran fuente de todo, y que su Hijo es su misma imagen y de él recibió todas las cosas. Puesto que el Hijo recibió todo del Padre y es su misma imagen, la única manera de que podemos distinguirlos mentalmente es que el Hijo salió del Padre y heredó todas las cosas de él. Su herencia es el secreto para preservar la personalidad de ambos. Su herencia también hace evidente y clara la secuencia del “de quién” y del “por quién” que forma el modelo divino.

Cuando leemos las escrituras podemos encontrar varios ejemplos donde el modelo “de quién” y “por quién” se repite. Algunos ejemplos se superponen debido a que el derramamiento natural de las bendiciones de Dios fluye a través de diferentes canales.

La Fuente – de quién

El Canal – por quién

Referencias

Padre

Hijo

1 Cor 8:6; 1 Cor 11:3;

Heb 1:1-3

Esposo

Esposa

Gén 3:16; 1 Cor 11:3;

Ef 5:25; 1 Pe 3:1

Padre

Madre

Éx 20:12

Madre

Hijos

1 Tim 2:15

Cristo

Esposo

1 Cor 11:3

Cristo

Iglesia

Ef 5:25

Profeta

Sacerdote

Éx 4:16; Lev 8:36

Ancianos/Pastores

Rebaño

1 Pe 5:2; 1 Tes 5:12,13

Rey/Gobernador

Súbditos/Ciudadanos

Rom 13:1-3; 1 Pe 2:13-14

Biblia

Espíritu de Profecía

CPI, p. 52, “Luz menor”

Biblia

Pastor/Anciano

2 Tim 4:2; 1 Pe 5:2

Cuanto más plenamente se sigue este modelo divino, más bendiciones fluirán hacia nosotros y hacia nuestras familias. Por ejemplo, cuando honramos a nuestro padre y a nuestra madre, se nos promete larga vida. Cuando estimamos con gran amor a aquellos que tienen autoridad sobre nosotros, somos bendecidos por sus predicaciones de la Palabra y exhortaciones hacia una vida piadosa.

Aparte de las bendiciones directas de gozo, alegría y hermandad que fluyen a nosotros a través de este modelo divino, hay también una bendición protectora que se acumula a través del canal. En cada caso, aquel “por quién” vienen las cosas, está bajo la protección y posee la autoridad de aquel “de quién” vienen las cosas.

Como un ejemplo de cuánta protección puede tener un niño, observamos:

 El niño es protegido por su madre

 Quien es protegida por el esposo

 Quien es protegido por el policía

 Quien es protegido por el gobierno

 Que es ordenado por Dios

 Tomando esto en una dirección espiritual vemos:

Mientras más nos acercamos a la posición donde reflejamos al modelo divino, mayor es nuestra protección, bendición, paz y gozo. La clave principal del plan del Padre es que:

1. Todas las cosas son recibidas a través de un canal y no directamente del Padre

2. Todas las cosas son modeladas del Padre y su Hijo

La rebelión de Satanás introdujo conceptos e ideas que empañaron este modelo divino. Originalmente el orden del cielo era que Lucifer estuviese bajo la autoridad de Cristo, quién estaba bajo la autoridad de su Padre. La Escritura nos dice cómo Satanás deseaba alterar el modelo divino.

Satanás, el jefe de los ángeles caídos, tuvo una posición elevada en el cielo. Él era el próximo en honor a Cristo. Review and Herald, 24 de febrero de 1874.

Las Escrituras nos dicen cómo Satanás deseaba alterar el modelo divino.

Is 14:12-14 ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. (13) Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; (14) sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.

En estos textos vemos a un ser que no busca estar bajo la protección y el cuidado del modelo divino; más bien busca ser semejante, lo que significa parecerse, al Altísimo. Originalmente esto quiere decir que Satanás quería ser hecho igual a Cristo en vez de estar bajo su autoridad, de esta manera él podría reportarse directamente al Padre. El Padre, a través del modelo divino, se apresuró a defender y proteger a su Hijo y declaró la relación que él sostenía con toda la creación. Cristo no se defendió ni habló en su propia defensa. Todo esto fue hecho por el Padre. Satanás rechazó el mandato del Padre de adorar y honrar al Hijo, y después deseó ser exactamente como el Altísimo.

Nuestra adoración a Dios está basada solamente en la lectura de la Palabra de Dios. Nuestro conocimiento de él proviene de lo que él nos revela en su Palabra y en su creación. Nuestro entendimiento de quién es Dios y nuestra adoración a él mientras vivamos en este mundo pecador sólo ocurren en la mente. Si nos desviamos de las declaraciones explícitas de la Escritura, nuestra mente caerá inmediatamente en la idolatría. Este es el objetivo de Satanás, el hacernos ir más allá de la Palabra con el fin de percibir a Dios en nuestras mentes de cualquier otra forma que no sea el modelo divino. De esta manera él nos quita el cerco de protección y gana acceso para controlar, poseer y destruirnos.

Observe cuidadosamente cómo Satanás deseaba ser como el Altísimo. A través de un astuto proceso Satanás ha engañado al mundo cristiano haciéndole ver que Cristo es exactamente igual al Padre. Así como el mundo cristiano adora a Dios a través de sus diversos credos, la entidad percibida como la segunda persona de la Divinidad es en realidad una formulación de Satanás. Al presentar a Cristo exactamente igual al Padre en todas las formas, Satanás confunde la mente humana a través de la ley de indiscernibilidad; lo que quiere decir que dos cosas poseen exactamente las mismas cualidades de tal manera que al separarlas, no se puede discernir la diferencia la una de la otra. Misteriosamente se vuelven una a través de la pérdida de su individualidad.

La estrategia central de Satanás para despojarnos de nuestra bendición y protección es ocasionar corrupción en nuestras mentes con respecto al modelo divino. Él busca seducirnos a otorgarle al “por quién” los mismos atributos del “de quién.” Estamos seducidos por lo que aparenta ser el deseo de exaltar a la persona en el canal, pero ocurre lo contrario. A medida que Aquel que es originalmente el “por quién” se vuelve más y más parecido al “de quién”, se nos hace mucho más difícil discernir la diferencia entre ambos, hasta que lo que queda es dos o tres “de quiénes.” Esto hace que la razón se paralice, abriendo así la puerta a lo místico. Como veremos más adelante, este pequeño y simple proceso es el secreto de la abominación desoladora.

Hay bastante evidencia que demuestra dónde ha ocurrido esta deformación y distorsión en el modelo divino. Veamos unos ejemplos:

Catolicismo

El Catolicismo tomó las palabras del sacerdote y las hizo igual a la palabra de los profetas contenida en la Biblia. A través de este proceso, la palabra de un pontífice Romano superó completamente a las Escrituras. He aquí un ejemplo:

“El Papa tiene poder para cambiar los tiempos, abrogar las leyes y prescindir  de todas las cosas, incluso los preceptos de Cristo.” –Decretal De Translat. Episcop. Cap.

Protestantismo

Como reacción a esta perversión, el Protestantismo restauró la Palabra como la única autoridad sobre la conciencia, pero luego Satanás se las arregla para pervertir este proceso quitando toda autoridad a los pastores y líderes de la iglesia. Cada persona lee la Biblia por sí misma, lo cual es correcto, pero entonces cada persona se siente en completa libertad de reprender y revocar la posición de los dirigentes cada vez que le place. A Satanás no le importa por cuál dirección usted vaya, siempre y cuando excluya al modelo divino del “de quién” y del “por quién.” El efecto neto del protestantismo es de separar y dividir, separar y dividir, y tornarse vulnerable a todo viento de doctrina y todo surgimiento de liderazgo carismático.

Los ejemplos anteriores revelan la perversión de la imagen profeta/sacerdote del modelo divino. Llevemos esto a otro nivel donde la imagen masculino/femenino es distorsionada con respecto al sacerdocio o al ministerio.

Sacerdocio

Una vez más Satanás ha dirigido al catolicismo de una manera y al protestantismo de otra. Satanás dirigió a la Iglesia Católica a darle a los sacerdotes poder y control absoluto, causando así miseria y dolor indecible para las mujeres. Luego se mueve dentro de las iglesias protestantes mediante un deseo positivo de levantar el papel de la mujer y darle voz en la iglesia otorgándole la misma posición que los ancianos y pastores. Esto provoca una reacción acelerada en cadena en la percepción de la igualdad conyugal, haciendo que la mente combine las dos partes del modelo divino en una, y forzando a las entidades masculinas y femeninas hacia una mentalidad unisex.

A medida que cada reflejo del modelo divino se vuelve confuso y místico, los elementos del “por quién” se mueven fuera de la protección de su contraparte, el “de quién,” y son liberados por una “co-igualdad iluminada.” Entonces Satanás puede entrar y hacerle daño a nuestros hijos y esposas, a nuestra iglesia y pastores, a nuestro gobierno y a nuestro mundo.

Una observación de la sociedad occidental debería decirnos que cada aspecto del modelo divino ha sido empañado y por lo tanto todos los niveles de protección han sido severamente penetrados por el maligno.

La reacción natural adventista al ver la verdad pervertida es adoptar el enfoque protestante, tomar la espada contra los líderes de la iglesia, y culparlos por la degradación. Satanás se alegra cuando esto ocurre, él sabe que esto destruye el modelo divino y las iglesias no reciben bendiciones.

En un capítulo posterior abordaré aspectos de qué hacer cuando el modelo divino está completamente desfigurado en la iglesia y qué proceso deberíamos seguir para restaurar el canal de bendiciónes y así reclamar el modelo divino.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



[1]Las negritas en las citas a lo largo de este libro son mías