El mayor privilegio de los hijos de Dios en este mundo

Publicado Dic 25, 2012 por Ramon Irizarry Sr En El Padre y el Hijo

“Dios, habiendo hablado muchas veces y en muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas”; así como lo registra Hebreos 1:1. Un gran privilegio que tuvieron aquellos a los que Dios les habló y se manifestó demostrándole su misericordia, ya que eran hombres con debilidades, pero fueron fortalecidos para recibir sus mensajes para su amado pueblo y transmitirlo. Uno de estos santos hombres fue el apóstol Juan. En Apocalipsis 5:11-12, Juan escribió:

“Y mire, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y el número de ellos eran millones de millones, que decían en alta voz: El Cordero que fue inmolado es digno de recibir poder, las riquezas, la sabiduría, y la fortaleza, el honor, la gloria y la alabanza”.

 En el libro de los hechos el capitulo 7:55, escribió el Dr. Lucas lo siguiente, con relación a lo que vio Esteban el diácono:

“Mas el lleno del Espíritu de Dios, puesto los ojos en el cielo vio la gloria de Dios, y a Jesucristo en pie a la diestra de Dios”.

 Este es un dato interesante ya que en Apocalipsis como lo vimos y ahora en Hechos, lo confirma de recibir el Hijo de Dios uno de los atributos al ascender al cielo, y la observación es que esta de pie y no así en Hebreos 8:1, El cual esta sentado a la diestra del trono de la Majestad en los cielos. Lo importante aquí es que tanto Esteban en el registro de los Hechos y el apóstol Pablo en Hebreos, ambos registran haber visto Aquel que esta sentado, y ver su majestuosa gloria que manifiesta compasión y perdón por aquellos que están en pie de lucha, por no vivir en pecado.

Después de ver algunos profetas del Nuevo Testamento, veamos a Isaías en 6:3, el privilegio de este siervo del Dios del cielo:

“Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra esta llena de tu gloria”.

 Sabemos que unas de las maldades del enemigo es contaminar y es así que desea hacerlo, pues con la contaminación es imposible que podamos apreciar la hermosura de la gloria de Dios. No es nada fuera de lugar que tanto los serafines y todo el universo alabe al Dios del cielo y a su amado Hijo en decir santo, en continuidad, pero para algunos al mencionar tres veces santo se lo aplican a tres dioses.

Es interesante que algunos comentarios favorecen esta posición, pero no así el Comentario Bíblico Adventista del Séptimo día, en el tomo 4 página 170 dice así: “Santo, santo, santo. Los ángeles que rodean el trono de Dios sienten profundamente el principal atributo divino: la perfecta santidad de carácter. Los seres vivientes que Juan vio en torno del trono también clamaban: ‘Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso” (Apoc. 4:8). Dios procuraba impresionar en la mente de Isaías el concepto de su santidad, a fin de que el profeta siempre colocara ante su pueblo este atributo del carácter divino, para que pudiera sentirse estimulado a apartarse de sus pecados y aspirara a la santidad. En el rollo 1QIsa de los Manuscritos del Mar Muerto (t. I, p.35; t. IV p. 128) se omite la palabra “diciendo”, y solo aparece dos veces la palabra ‘santo’”.

Independientemente, como estudiantes de la Biblia, podemos apelar al relato de Apocalipsis 4:8 al 5:7, donde se establece claramente que la expresión “santo, santo, santo” es dirigida a Dios el Padre, y no a un ser trino o a tres dioses. Es una verdad evidente en el contexto de Apocalipsis 4:8 al 5:7, que ‘Aquel que estaba sentado’ y el Cordero son dos seres distintos. Y será el privilegio de los Hijos de Dios, de dar alabanza a ambos; pues escrito está:

“Después de esto miré, y vi una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas. Estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas y con palmas en sus manos. Clamaban a gran voz, diciendo:

‘¡La salvación pertenece a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero!” (Apoc. 7:9-10).

 Amén.