Un asunto vital - 9 - Bendita enemistad

Publicado Nov 06, 2012 por Adrian Ebens En Un asunto vital

9. Bendita enemistad

a. El alcance del problema

En el capítulo 7, hablamos de la filosofía que Adán y Eva estaban adoptando cuando comieron de aquel árbol, y en el capítulo anterior vimos la trágica mezcla de emociones que llevaron a Satanás a idear el concepto de que podemos vivir sin Dios y formar una identidad propia a través de nuestros logros. Al poco tiempo de haber comido del fruto, una nube de culpa y falta de valor envolvió lentamente sus mentes y cortó la hermosa, feliz y gozosa relación entre Dios y el hombre. La maldición de la mentira de Satanás había comenzado su insidiosa labor, y al poco tiempo Adán y Eva se vieron envueltos de culpa y temor. Junto con Satanás y sus ángeles, habían cometido un suicidio mental y emocional. Habían perdido su identidad y valor, y no había nada que pudieran hacer para recuperarlos. No podían ellos mismos restaurar su favor para con Dios. Se habían apartado del canal de bendición, y sólo Dios podía reconectarlo.

Al apartarse de este canal de bendición, la capacidad de raciocinio de Adán y Eva ya no podía usarse en forma desinteresada y objetiva. Sus mentes se volvieron totalmente en armonía con Satanás. No tenían la habilidad de discernir las mentiras que se les decían.

Satanás comenzó a llenarlos de teorías falsas acerca del carácter de Dios. Se les dijo que eran malos, que merecían morir, que eran individuos sin valor. Sin la bendición del Padre, no tenían medios para resistir estas mentiras; no tenían nada a que aferrarse que pudiera combatir a Satanás. Fuera del canal, somos completamente vulnerables a Satanás y sus mentiras.

Dios se vio enfrentado a un dilema muy serio. ¿Cómo acercarse a ellos ahora que están escuchando otra voz? Cada palabra dicha por Dios ahora se interpreta como si fuese maliciosa. Adán y Eva saben que son culpables, pero no tienen seguridad ni valía para aceptar que están equivocados, porque han aceptado ideas erróneas acerca de Dios, la fuente de vida y sabiduría. Controlados por un espíritu de culpa e inseguridad, se han vuelto rebeldes. Perdieron la bendición de razonar claramente.

Me maravillo al ver el amor de Dios demostrado a través de su paciencia. Dios le pregunta a Adán, “¿dónde estás?” no porque no lo sabía, sino para permitirle a Adán enfrentar la situación. ¿Dónde está tu mente, Adán? ¿Qué ha sucedido con tu identidad? Lo físico siempre representa lo espiritual, y al ocultarse físicamente Adán y Eva, revelaron claramente el ocultamiento que sucedía en sus mentes. Se habían vestido de decepción y engaño para evitar tener que enfrentar la verdad, que parecía aterradora. Dios está tratando de ayudarles a diagnosticar el problema, para entonces poder traerles la bendecida solución.

Adán respondió a la pregunta diciéndole a Dios que tenía miedo porque estaba desnudo. Esta confesión es interesante a la luz de Génesis 2:25: “Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.” Adán había estado desnudo antes de comer del fruto, pero no se avergonzaba. La inferencia aquí es que Adán ahora está avergonzado. La palabra Hebrea (buwsh) también significa confundido, perplejo y decepcionado. Adán estaba lleno de confusión, culpa y desilusión. Estaba confundido acerca de quién era y sentía culpa por lo que había hecho. Dios puso su dedo en la intensidad del dolor de Adán. “¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?” Dios no le pregunta a Adán, “¿Cómo sabes que estás desnudo?” sino que le pregunta “¿Quién te enseñó que estabas desnudo?” Dios estaba señalándole a Adán al instigador de las mentiras que le fueron dichas. En otras palabras, “¿Quién está haciendo que huyas de mí?” “¿Quién se ha interpuesto entre tú y yo?”

A Adán le fue directamente dirigida la pregunta, “¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?” Esta era una simple pregunta que requería un simple sí o no. Ahora que la percepción que Adán tenía de sí mismo y de Dios se había cambiado por la mentira de la vida inherente, estas preguntas parecían amenazadoras e invasivas para él. Las primeras palabras de acusación y rebeldía salen de una boca humana:

“La MUJER que TU me diste por compañera, ELLA me dio del árbol, y yo comí.”

En esta acusación, entre otras cosas vemos que el canal de la relación entre Adán y Eva se ha roto y torcido completamente. En la creación, Eva fue dada como ayuda idónea, pero ahora se la muestra como la líder y cabeza. Se la presenta como la poderosa, y a Adán como la víctima indefensa. Peor aún, se presenta a Dios como el instigador de todo el problema. La mente de Adán estaba tan confundida, torcida y cegada que su restablecimiento tendría que ser de una naturaleza muy notable.

¿Cómo se le podía dar a Adán una verdadera evaluación de su situación cuando había perdido el poder para razonar objetivamente? Dios es la única fuente de la verdadera sabiduría, y Adán se había desconectado de aquella fuente. La mentira de la fuente de vida inherente había alterado completamente el contexto para el universo en el cual vivía Adán. La percepción de sí mismo, su esposa y Dios se había alterado radicalmente, y a través de esta mentira, las palabras de Dios serían constantemente malentendidas. La intervención de Dios en este momento parece invasiva y dominante; ahora es una gran fuente de vida diciéndole a una pequeña fuente de vida cómo vivir y comportarse. El hecho de que el poder de Dios es aparentemente más grande que el suyo le inspira temor, pero el hecho de que cree que tiene una fuente propia le trae ira, resentimiento y odio. La Biblia claramente refleja esto:

Romanos 8:7 Por cuanto los designios de la carne [llena de la mentira de la vida inherente] son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios [el canal de bendición], ni tampoco pueden.

Jeremías 17:9 Engañoso es el corazón [infectado de la mentira de la vida inherente] más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? [¿quién puede estar íntimamente relacionado con él?]

Los llamados de amor, afecto y consejo de parte de Dios para volver a la relación sumisa y dependiente, se tuercen y parecen un cuadro de manipulación para recobrar el control y dominio. La gran fuente de todo se ve completamente tergiversada, y acusada falsamente por la humanidad. Lo más triste de todo son las palabras acongojadas de Jeremías 17:9: “¿Quién conocerá este corazón?” La mentira de la vida inherente hace que el corazón del hombre sea resistente a una relación íntima con Dios y con seres creados. El fruto de esta mentira es la soledad, lo que es un precio muy elevado para seres que fueron creados para desear intimidad y relación. La canción de una película llamada “City of Angels” [Ciudad de Ángeles] refleja en forma sorprendente este triste estado:

Primera estrofa

Pasas todo tu tiempo esperando

Esa segunda oportunidad

Para un escape que arreglaría las cosas

Siempre hay una razón

Para sentirse inadecuado

Y es difícil al final del día

Necesito una distracción

Oh, bella liberación

El recuerdo se filtra de mis venas

Déjame estar vacío

Y sin peso, y tal vez

Encontraré algo de paz esta noche.

Segunda estrofa

Estoy tan cansado de la línea recta

Y por donde uno doble

Hay buitres y ladrones a tus espaldas

Y la tormenta sigue tergiversando

Continúas construyendo la mentira [la fuente de vida inherente]

El hecho de que compenses todo lo que te falta

No hace ninguna diferencia

Escapar una última vez

Es más fácil creer en esta dulce locura oh

Esta tristeza gloriosa que me pone de rodillas

Lo que debe preguntarse es, ¿cómo podría Dios penetrar esta mentira? ¿Cómo podría comunicarse efectivamente con nosotros y revelar su amor y preocupación por nosotros, y sacarnos de esta horrible mentira?

b. La solución

Dios no podía acercarse a nosotros directamente desde afuera; en cambio, eligió conectarse permanentemente con la raza humana a través de su Hijo. Al permitir que su Hijo se convirtiese en uno de nosotros, podía reconectar el canal de bendición para continuar con el flujo de vida y bendición, pero también colocarse en una posición como para hacerle frente a esta falsedad. Esta mentira residía en la naturaleza del hombre, y al tomar sobre sí mismo esta naturaleza, él podría vencerla y destruirla. No era suficiente que Jesús simplemente apareciera como un humano y demostrara la relación correcta con Dios – esto no afrontaría la mentira de la fuente inherente de vida. Él tendría que tomar la naturaleza rebelde sobre sí mismo y destruirla en la tumba. Por lo tanto la Biblia declara:

Hebreos 2:14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre [naturaleza humana física y moral], él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte [a través de la mentira de la vida inherente], esto es, al diablo.

Hebreos 2:16, 17 Porque ciertamente no socorrió a los ángeles [quienes tenían naturaleza sumisa y dependiente], sino que socorrió a la descendencia de Abraham [de mentalidad independiente y rebelde]. 17 Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo.

 

Romanos 8:32-34 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.

Todas estas cosas serían provistas mediante el don del Hijo de Dios al mundo. Este proceso entero les fue bosquejado a Adán y Eva en Génesis 3:15:

Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.

Este versículo está lleno de promesa y esperanza. Dios dijo que pondría enemistad entre Satanás y la mujer. Lo haría al permitir que su Hijo se hiciera uno con nosotros, y al reconectar el canal de bendición. Este canal permitiría que la vida física continuara fluyendo hacia nosotros, y además fomentaría pensamientos correctos acerca de Dios para que influyesen nuestras mentes. La reconexión del canal en la persona del Hijo de Dios le daría a la humanidad una conciencia y una elección. Ambas corrientes de pensamiento ahora fluirían a través de la raza humana: una del primer Adán, que expresa la mentira de la independencia y termina en la muerte; la otra del segundo Adán, que fomenta la obediencia y la dependencia, junto con la vida, para darnos tiempo para escoger a qué lado seguir. Por lo tanto se nos dice:

1 Corintios 15:45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante [que da vida].

 

Romanos 5:17 Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.

Tenía completo sentido que el Hijo de Dios se convirtiera en uno de nosotros y desafiara este espíritu independiente, porque el Hijo es la expresión divina de la sumisión y obediencia. Su propósito e identidad entera están conectados con este principio, por lo tanto él era el único que podía dedicarse a esta misión.

Tenemos mucho por lo cual estar agradecidos. Dios ha puesto en nuestros corazones el deseo de hacer lo correcto y el deseo de resistir el mal a través de su Hijo. Piensa en las veces en las que has sido tentado a hacer algo malo, y luego pensaste mejor y no lo hiciste. Éste era el don que Dios te ha dado, la enemistad contra el mal. No importa si crees en Dios o no, todavía recibes este don a través de Jesús. Se nos dice en la Escritura que Dios hace que la lluvia caiga sobre los buenos y los malos.[1] Piensa en cuántas veces Satanás ha puesto un pensamiento malvado en la mente de alguien para que te hiciera algo o tomara tus posesiones, y la enemistad que Dios puso en su corazón lo animó a no hacerlo. Por supuesto que todavía tenemos la elección de rechazar ese dictado de la conciencia y seguir adelante con actos malvados, pero si esa enemistad no estuviera allí, ninguno de nosotros podría parar de realizar los pensamientos malvados de la fuente de vida inherente que se plantan en nuestras mentes.

¡Qué increíble que es Dios al hacer todo esto por nosotros! Como raza, estábamos totalmente perdidos y esclavizados por las costumbres malvadas de Satanás. Estábamos totalmente indefensos, condenados a la miseria y destrucción total. Pero nuestro tierno Padre Celestial no quiso darse por vencido con nosotros. Nos ha dado lo más precioso que tiene – su Hijo. Jesús será por siempre parte de la familia humana y uno de nosotros. Es un sacrificio que será el tema central de estudio y meditación por el resto de la eternidad.

El hecho de que el hombre ahora recibía dos fuentes de pensamientos, hizo que surgieran dos corrientes de humanidad: aquellos que escucharían la voz de Dios, como se ejemplifica en las personas de Abel y Abraham, y aquellos que rechazarían el Espíritu de Cristo rogándoles, como se refleja en las vidas de Caín y Nimrod.



[1] Mateo 5:45