Mateo 28:19

Publicado Mar 04, 2013 por Ramon Irizarry Sr En Articulos Generales

“Por tanto, id, y doctrinad á todos los Gentiles, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19)

¿Es este texto prueba de que Dios es una unidad de tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo?

No. Es importante notar que Mateo 28:19 no contiene una declaración explícitamente de que Dios está compuesto de tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo; concluir que el texto enseña esto, es atribuirle al texto algo que no dice.

La interpretación que muchos tienen de Mateo 28:19 es que:
El único Dios verdadero: es una unidad de tres personas, Padre, Hijo y Espíritu Santo

Otra interpretación alterna es que este texto expresa la creencia:

En un único Dios verdadero, en la mediación de su Hijo, y en la dirección e influencia de su Santo Espíritu.

Así fue visto dentro del movimiento Adventista en los tiempos de la hermana White, como es ilustrado en la siguiente cita de Uriah Smith:

“Cuando bautizamos en el nombre del Padre, Hijo y el Espíritu Santo.  Mateo 28:19.  Por esto expresamos nuestra creencia en la existencia de un Dios verdadero, la mediación de su Hijo, y la influencia del Espíritu Santo.”  (Bible Student’s Assistant pp. 21-22)

De igual manera Elena White nos proporciona una interpretación alternativa de Mateo 28:19:
“Antes de dejarlos, Cristo le dío a Sus seguidores una promesa positiva de su ascensión Él les enviaría el Espíritu Santo… “Id pues,” dijo, “enseñad a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre [un Dios personal], y del Hijo [un Salvador personal], y del Espíritu Santo [enviado del cielo a representar a Cristo]: enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del siglo. Amén” [Mat. 28:19,20].” (Elena G. White, Manuscript Releases vol. 12 pp. 260)

Ambos pensamientos presentan solo al Padre como el “un Dios”, a Cristo como su Hijo, y al Espíritu como utilizado para un fin divino.  Bajo esta premisa, fuera de enseñar a Dios como la unión de tres personas, Mateo 28:19 pide que el creyente se coloque bajo el nombre (autoridad) del solo Dios, y de su Hijo – el cual el Padre puso como Señor y todas las cosas bajo sus pies (Hch 2:36, 1 Cor. 15:24-28, Efe. 1:22) – , y de su Espíritu – su omnipresencia aquí en la tierra, la forma por la cual Él y su Hijo vienen al creyente (Jn. 14:23).

Si interpretamos a Mateo 28:19 como lo sugieren las iglesias grandes, estaríamos contradiciendo las declaraciones explicitas de las Escrituras acerca de quién es el “único Dios verdadero”.  Cuando Jesús o sus apóstoles explícitamente mencionan que hay “un Dios” o “único Dios verdadero”, siempre lo identificaron como un ser, una persona (Juan 17:1-3, 1 Cor. 8:4-6, Efe. 4:4-6, 1 Tim. 2:5).

En conclusión, el apoyo que muchos encuentran en Mateo 28:19 no radica en el texto, sino en su interpretación.   Es lamentable que en vez de creer que el Padre es el único Dios verdadero como explícitamente lo declaran las Escrituras, muchos optan por un ‘así dice mi doctrina’.  Verdaderamente triste.

Sin embargo, “amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas cosas, y que tengas salud, así como tu alma está en prosperidad” (3 Juan 1:2).

Dios te bendiga.