EL REGRESO DE ELÍAS (3) Introducción

Publicado Abr 01, 2012 por Adrian Ebens En El regreso de Elías

Si Dios nos dice que sus pensamientos no son nuestros pensamientos (Isaías 55:8), ¿cómo podemos estar seguros de que cuando leemos la Biblia recibimos sus pensamientos y no los distorsionamos para nuestra propia destrucción? Los pensamientos de la humanidad se basan en el primer engaño presentado al hombre de que ciertamente no moriría, que tiene una fuente de vida o poder inherente[1]. Esta mentira, integrada en nuestro pensamiento sin ser detectada, distorsiona todo lo que Dios nos dice.

A menudo, estudiosos de la Biblia declaran con firmeza que en su búsqueda de la verdad han aplicado los principios exegéticos más rígidos, sugiriendo que la exégesis evitará que la falsedad penetre en el trabajo de uno. Pero la pregunta es: ¿En qué está basada ésta exégesis? El Adventismo surgió de un método de estudio bíblico muy específico. Ese método se le dio a William Miller y ha sido la clave sobre la cual las verdades del adventismo se han desarrollado.  Como la profetisa de Dios afirma con claridad: "Los que se dedican a proclamar el mensaje del tercer ángel escudriñan las Escrituras sobre el mismo plan que el Padre Miller adoptó".[2] En la actualidad, este método de estudio de la Biblia ya no se enseña en nuestras escuelas o universidades, habiendo quedado su legado mayormente en el olvido.

Como afirma Uriah Smith:

Todo lenguaje de la Escritura debe ser tomado literalmente, a menos que exista alguna buena razón para suponer que sea figurado, y todo lo que es figurado debe ser  interpretado por medio de lo que es literal.[3]

Así nació el Adventismo. Los hombres estudiaban las Escrituras fielmente de acuerdo con las reglas establecidas por William Miller. Cuando no podían ir más lejos, el Espíritu de Profecía les mostraba dónde eran incorrectas sus suposiciones y dónde tenían que centrar su atención. Esta era la exégesis del Adventismo, los hechos de las Escrituras eran investigados y colocados sobre un conjunto correcto de suposiciones del Espíritu de Profecía, confirmando el hecho de que la verdad viene por revelación; la verdad viene a nosotros en nuestra búsqueda de una verdadera relación con Dios. La verdad no puede ser extraída por la voluntad del hombre ni por ninguno de sus métodos científicos, aparte de su anhelo por conocer a Dios y que Dios nos la revele. Su promesa es que "me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón.” (Jeremías 29:13).

He tratado de formar este estudio sobre ese método, un método literal de interpretación que reúne todos los hechos de las Escrituras juntos en un todo armonioso. En los lugares difíciles, he buscado explicación en el Espíritu de Profecía. Esto está en armonía con nuestros padres fundadores.

En este manuscrito, establezco un marco elaborado sobre principios bíblicos que llevan a las suposiciones humanas. Todos los protestantes están de acuerdo con "la Biblia y la Biblia solamente". Creemos en los principios de la revelación divina y la preservación por Dios de su Palabra. Esas cosas son un hecho. Mi pregunta es, ¿De qué suposiciones parte usted para interpretar los hechos de las Escrituras? Permítame utilizar un asunto clave de este manuscrito como un ejemplo. Cuando decimos que Jesús es igual al Padre, ¿cómo interpretamos la palabra igual ? La palabra misma nos invita a elaborar sobre nuestro sistema de valores personales y a hacer una comparación. Nos obliga a sacar nuestra regla de medir y a tomar una determinación. Yo sostengo que el corazón del hombre influido por la mentira de la serpiente tiene un sistema de valor erróneo que afecta directamente nuestra interpretación de la palabra igual. Este sistema de valores defectuoso esta tan arraigado que ni siquiera nos damos cuenta de que lo estamos utilizando.

Si usted no obtiene nada más de este estudio, yo me alegraría de que usted, como lector, pudiera evaluar suficientemente su propia forma de pensar sobre cómo entiende la palabra igual. De cómo entendemos esta palabra depende el corazón mismo de nuestra fe en Dios y también nuestra comprensión de lo que constituye las relaciones humanas en la familia, la iglesia y la comunidad. Sobre esta pequeña palabra (que se hizo polémicamente significativa para Satanás cuando él afirmo que quería ser como o igual al Altísimo) descansa la clave para desentrañar los elementos centrales de la gran controversia.

Al pedirle a usted que sopese su comprensión de la palabra igual, le estoy pidiendo que examine de cerca su sistema de valores para ver si este sostendría el escrutinio de las Escrituras. En el manuscrito, yo contrasto un sistema de valores basado en la relación, con uno basado en el rendimiento. No estoy contrastando un enfoque de relación con un enfoque de desempeño, esto es totalmente un asunto diferente. Muchas personas de alto rendimiento están muy centradas en las relaciones, las necesitan para tener éxito. Los profesionales de negocios, los vendedores y comerciantes, todos necesitan las relaciones, pero ellos usan las relaciones para obtener valor de su rendimiento o sus logros. Por favor, tenga en cuenta la diferencia ya que esta parece haber sido pasada por alto por algunos lectores.

El manuscrito se presenta de la siguiente manera:

La primera sección de este libro revela un marco bíblico que contrasta un fundamento basado en la mentira: "Ciertamente no moriréis", ya que naturalmente usted tiene vida en sí mismo--con el fundamento bíblico que solo recibimos la vida a través de una relación con Dios. La realidad de saber que la vida sólo viene de Dios afecta profundamente nuestra autopercepción y visión del mundo.

La segunda sección trata de cómo un sistema de valores basado en el rendimiento, o la forma de pensar del antiguo pacto, distorsiona nuestra capacidad de leer las Escrituras como estaba previsto originalmente. Los rigores de la exégesis no son inmunes a esta distorsión. Este es un punto crítico. En nuestro intento de revelar esta distorsión, veremos varios estratos que afectan al pensamiento humano y sus resultados. ESTA SECCION ES VITAL para captar las propuestas del manuscrito. Para aquellos que deseen estar en desacuerdo con mis propuestas, les pido restringir inicialmente sus objeciones a estas dos primeras secciones hasta que quede claro que ustedes entienden lo que yo estoy proponiendo.

La tercera sección analiza el impacto del pensamiento basado en el rendimiento en varias enseñanzas adventistas. Observaremos como las doctrinas adventistas claves no pueden sostenerse frente a un sistema de valores basado en el rendimiento. Usted puede dejar de leer esta sección si así lo desea, pero dejaría de ver cómo uso los paradigmas de valor relacional y valor basado en el rendimiento dentro de una gama de enseñanzas adventistas.

La cuarta sección tiene que ver con problemas de lógica o la metodología de las Escrituras. Esta discusión abarca los problemas y dificultades de probar una premisa con la Escritura, y de poner a prueba correctamente la premisa debido a suposiciones subyacentes que están conectadas con sistemas de valores basados en el rendimiento, que, aunque natural, distorsionan los resultados. En esta sección he hecho un gran esfuerzo para presentar cómo las suposiciones pueden conducir a resultados erróneos y cómo esto puede ocurrir sin que nos demos cuenta. Esta sección también trata de mostrar la falacia de la confianza propia en los que se percibe como puramente exegético, cuando las suposiciones de uno no son percibidas por uno mismo.

La quinta sección lleva nuestra discusión sobre los sistemas de valores y cuestiones de lógica al debate de la Deidad. Ponemos a prueba la premisa de tres personas de la Divinidad de acuerdo  a sistemas de valores basado en rendimiento y sistemas de valores relacionales para determinar qué sistema armonizará mejor con citas inspiradas. Las cuestiones claves que se abordan aquí son la identidad, la igualdad y la autoridad y que efecto tiene nuestro sistema de valores sobre estas palabras. Si usted se adelanta a leer esta sección primero, es casi seguro que no discernirá mi intención. Algunos lectores han respondido a este documento con lo que ellos perciben sencillamente como propaganda anti-trinitaria. Todas estas respuestas serán enfrentadas con una pregunta concerniente a su entendimiento de las dos primeras secciones antes de que sean examinadas otras consideraciones.

La sexta sección aplica los principios de mis conclusiones a las cuestiones de las relaciones humanas y aborda los mismos temas de la identidad, la igualdad y la autoridad. La relación Padre-Hijo es la relación clave con la cual la humanidad define sus propios conceptos sobre las relaciones. En este sentido, resulta evidente que nuestro punto de vista acerca de Dios impacta profundamente el valor de la familia, la iglesia y la comunidad. La presentación de Dios como la fuente de la vida en los capítulos anteriores es el fundamento para las implicaciones sobre la justificación por la fe y la preparación para la lluvia tardía, y revela por qué las interpretaciones  actuales pueden causar distorsiones en la justificación por la fe y por lo tanto impiden las bendiciones prometidas.

He tratado de mantener mi estilo de escritura lo menos técnico posible, sobre todo en las dos primeros secciones, para proporcionar el alcance más amplio posible para los que podrían estar interesados ??en la discusión.

Querido Señor, que tu Espíritu sea con cada lector mientras lee este libro



[1] E. J. Waggoner, Review and Herald, November 25, 1897. “El que recibe a Cristo como la Vida, no cortara la vida que está en él con la antigua fábula de la serpiente en el Edén. ‘Ciertamente no morirás’. A la luz de la presencia de Dios en su Palabra, el alma humilde reconocerá su pecaminosidad, y por consiguiente su mortalidad, y mirará a Jesucristo solamente como la fuente de justicia y vida eterna para el creyente ahora, el Dador de inmortalidad a su venida.”

[2] Review and Herald, November 25, 1884

[3] Uriah Smith, Thoughts on Daniel and Revelation [Daniel y el Apocalipsis] (Review and Herald, 1897), p. 123