El Modelo Divino - 3 - El cordón de tres dobleces

Publicado Oct 30, 2012 por Adrian Ebens En El Modelo divino

3. El cordón de tres dobleces

Ecl 4:12 Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.

Cualquier sistema que esté bien diseñado tendrá un buen respaldo integrado por si alguna parte del sistema falla. El modelo divino dado primeramente a Adán y Eva como reflejo del Padre y del Hijo se expandió a la comunidad y a la iglesia. Note lo que la palabra inspirada dice [1]

En el principio el padre fue constituido [1] sacerdote y [2] magistrado de su propia familia. Después vino el gobernante patriarcal, el cual era similar al de la familia, pero se extendía a un mayor número de personas. Cuando Israel se convirtió en un pueblo distinto, las doce tribus, que surgieron de los doce hijos de Jacob, tenían cada una un líder. Estos líderes o ancianos se reunían cada vez que un asunto pertinente al interés general debía ser resuelto. [1] El Sumo sacerdote era el representante visible de Cristo, el Redentor de su pueblo. Cuando los hebreos se establecieron en Canaán, [2] se ordenaron jueces, que eran semejantes a los gobernantes. Estos dirigentes eran investidos con autoridad para declarar guerra y proclamar paz para la nación, pero Dios todavía era reconocido como el Rey de Israel y continuaba revelando su voluntad a estos líderes escogidos y manifestando su poder a  través de ellos. Signs of the Times, 13 de julio de 1882.

A medida que la familia crecía, el mismo modelo "de quién" y "por quién" fue duplicado en cada miembro, creando así un cordón de tres dobleces.

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Nos damos cuenta que mientras los oficios de sacerdote y magistrado (o juez) en el hogar son ejercidos por la misma persona, estos puestos eran separados en el ámbito de la comunidad en general, creando una separación de la iglesia y el estado. Dar los detalles de esta separación en este estudio va más allá del propósito de este libro.

Vemos el modelo divino de la familia, expresado claramente por Pablo cuando dijo:  

1 Cor 11:3 Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón y el varón es la cabeza de la mujer y Dios la cabeza de Cristo. 

Como hemos visto, la iglesia y la comunidad siguen el modelo de la familia. Observe otra vez lo que Elena de White dice:

La sociedad se compone de familias, y será lo que la hagan las cabezas de familia. El corazón es "la fuente de la vida", y el hogar es el corazón de la sociedad, de la iglesia y de la nación. El bienestar de la sociedad, el buen éxito de la iglesia y la prosperidad de la nación dependen de la influencia del hogar. El Ministerio de curación, p. 269. 

La sociedad o comunidad es un subconjunto de ambos, iglesia y nación. Note cómo Pablo conecta el modelo de liderazgo del hogar como un requisito para el liderazgo en la iglesia:

1 Tim 3:2-5  [1]Pero es necesario que el obispo sea irreprochable, marido [de quién] de una sola mujer [por quién], sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; (3) que no sea dado al vino ni amigo de peleas; que no sea codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; (4) que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción [mandar a sus hijos, y a su casa después de sí. –Gén. 18:19] con toda honestidad (5) (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?)

¿Cómo apoya la iglesia a una familia cuando el canal de bendición de un hogar en particular se ha roto?

Sant 1:27 La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo".

Is 1:17 aprended a hacer el bien, buscad el juicio, restituid al agraviado, hacer justicia al huérfano, amparad a la viuda".

Estos pasajes están dirigidos a los líderes de la iglesia, ¿Qué es la religión pura por encima de todo? Es visitar a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones. ¿Por qué? Porque el hogar es el reflejo más fuerte del modelo divino, y los líderes de la iglesia deben hacer todo lo posible para asistir a las familias cuando un padre falta debido a la muerte o al abandono de su deber. En tiempos bíblicos cuando un  padre ya no podía bendecir a sus hijos, los guías espirituales de la iglesia intervenían para proveer esa bendición. Esto fue exactamente lo que Jesús hizo.

Mc 10:13-16 Le presentaba niños para que los tocara, pero los discípulos reprendían a los que los presentaban. (14) Viéndolo Jesús, se indignó y les dijo: —Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis, porque de los tales es el reino de Dios. (15) De cierto os digo que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. (16) Y tomándolos en los brazos, ponía las manos sobre ellos y los bendecía. Cross references:A.Marcos 10:13 : Mt 19.13-15; Lc 18.15-17

Por medio de Cristo, el modelo divino fue puesto en acción y todas las promesas hechas a Abraham se cumplirían. Abraham fue un tipo de Cristo cuando se le declaró:

Gén 12.2 Y haré de ti una nación grande y te bendeciré y engrandeceré tu nombre y serás bendición.  

Es al Hijo a quién el Padre bendijo e hizo de él una gran nación. Cristo está a la cabeza de este sistema de bendiciones y lo derrama a través del cordón de tres dobleces para llenar nuestras vidas. Observe este proceso en acción:

Lc 4:18 El Espíritu del Señor esta sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres, me ha enviando a sanar a los quebrantados, a pregonar libertad a los cautivos; y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos".

Mt  28:18-19 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. (19) Por tanto id y haced discípulos a todas las naciones… 

El mensaje de Cristo fue entre otras cosas sanar los corazones quebrantados. ¿Qué es lo que hace que un corazón sea quebrantado más que las maldiciones devastadoras de una infancia miserable? Para más del mensaje de Cristo, ver el capítulo 19 de mi libro Un asunto vital. [2]

El punto que estamos destacando aquí es que la iglesia fue diseñada como un sistema de respaldo o contingencia [3] para las familias cuando el componente del "de quién" dejaba de funcionar. La comunidad también contribuía asegurando que los huérfanos y las viudas tuviesen comida, refugio y protección. Ver el libro de Rut, capítulo dos, concerniente a la práctica de espigar los campos.

Cuando una iglesia y una comunidad reflejan el modelo divino como una extensión de la familia, entonces un niño crecerá y prosperará, y si la familia sufre la pérdida de uno de los canales, los otros dos canales suplirán la necesidad. Como dice el versículo, "cordón de tres dobleces no es fácil de romper". Aunque este cordón de tres dobleces no es fácil de romper, a través del tiempo, Satanás ha encontrado formas de quebrantar este sistema.

Satanás sabe muy bien que todo el canal de bendición descansa sobre el hecho de tener el modelo divino grabado en nuestras mentes. El Dios que adoramos es reflejado en el hogar, la iglesia y la comunidad. Satanás le ha presentado a la humanidad un patrón alterado, un modelo que no proviene de la fuente ni del canal sino de la coigualdad, donde el segundo componente se convierte inadvertidamente en parte del primero. Este es el secreto de la desolación de la familia, la iglesia y la comunidad. Así es como Satanás puede romper el cordón de tres dobleces. Una vez que la gente percibe un estado de co-igualdad inherente en su adoración a la Deidad, la relación del matrimonio se altera cortando la bendición a los hijos, se neutraliza el liderazgo masculino en la iglesia y la comunidad; y en el plazo de una generación, Satanás puede tomar control de una comunidad completa.

Hay un enlace directo entre el dios que la iglesia de Roma adora y su habilidad para desolar el corazón de los hombres. El secreto es romper el modelo divino y remplazarlo con una versión de tres en uno de la trinidad. No importa qué versión usted adopte mientras que usted perciba que la segunda persona es igual que la primera, solamente con un título diferente. La Iglesia Católica hace esto a través de un ser de una sola substancia y la iglesia adventista lo hace por medio de tres personas diferentes que poseen cualidades inherentes idénticas. 

Cuando usted percibe que el Padre y el Hijo son parte de un ser-dios de tres personas, pierde la habilidad de distinguir claramente una persona de la otra. Cuando habla de una también está hablando de la otra. Es así como lo expresó un trinitario:          

Hay tres personas en la Deidad, pero están tan misteriosamente e indisolublemente relacionadas entre sí, que la presencia de cada una es equivalente a la presencia de las otras. W.W Prescott Sermon Notes, p. 8, del  sermón en Takoma Park, 14 de Octubre de 1939.

A medida que lee la siguiente cita, vea por cuánto tiempo puede mantener la distinción del Padre y el Hijo en su mente: 

Sugerimos que Dios, en su autorrevelación trinitaria, ha afirmado que nos creó para reflejar el amor que reside sobrenaturalmente en su mismo ser como un Dios amante por la eternidad que es uno en tres. Además, el amor trino que se encuentra en Dios no está orientado hacia el yo, y eso implica enfáticamente que encontraremos gozo y satisfacción más grande en vivir para otros y servir a otros. (Whidden, Moon y Reeve, La Trinidad, p. 252).

La confusión de la “auto-revelación trinitaria” no era parte de la fe adventista en el principio. En 1874, el primer número de la revista Signs of the Times, fue editado y publicado por el anciano Jaime White. Allí se introdujeron 25 principios fundamentales sostenidos “con gran unanimidad” por el pueblo adventista. Aquí están los principios concernientes a Dios. Observe que fueron modelados en base a 1 Corintios 8:6. 

1.Que hay un Dios, un ser personal y espiritual, el creador de todas las cosas, omnipotente, omnisciente y eterno, infinito en sabiduría, santidad, justicia, bondad, verdad y misericordia; inmutable, y presente en todas partes por su representante, el Espíritu Santo. Sal. 139:7 

2.Que hay un solo Señor Jesucristo, el hijo del Padre eterno, a través de quién creó todas las cosas, y por quién todas subsisten; que tomó sobre sí la naturaleza de semilla de Abraham para la redención de nuestra raza caída…

Estas dos afirmaciones se mantuvieron sin cambio alguno hasta 1931 [4] y después, en 1980, el misterio de la trinidad fue elegido oficialmente como una creencia fundamental de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Vamos a comparar la declaración mencionada anteriormente donde claramente hay una distinción entre el Padre y el Hijo con la actual creencia adventista del séptimo día acerca de Dios.

La trinidad: Hay un solo Dios, que es una unidad de tres personas coeternas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Este Dios uno y trino es inmortal, todopoderoso, omnisapiente, superior a todos y omnipresente. Es infinito y escapa a la comprensión humana, no obstante lo cual se le puede conocer mediante la propia revelación que ha efectuado de mismo. Es eternamente digno de reverencia, adoración y servicio por parte de toda la creación. 

Si esta declaración sobre Dios es verdad, entonces debemos leer 1 Corintios 8:6 de la manera siguiente:

Pero para nosotros solo hay un Dios trino, la trinidad, del cual proceden todas las cosas, y nosotros en él, por quien son todas las cosas y nosotros por medio de él. 

La trinidad está diseñada para destruir las distinciones del "de quién" y "por quién" del Padre y el Hijo, para luego pisotear el modelo divino que se vive en la familia, la iglesia y la comunidad.

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Al quitar las diferencias del "de quién" y del "por quién" también se obstruye la fluidez del canal. En lugar de claramente venir del Padre a través del Hijo, puede originarse en cualquiera de ellos o todos a la misma vez; y todo se convierte en un misterio incomprensible.

Por ejemplo, usted puede leer en el libro de Jueces cómo Israel se alejó del Dios con la estructura distinta del "de quién" y "por quién" a la adoración de Baal. (Jueces 2:9-10). Observe cómo las relaciones familiares se confundieron. Los hombres se dejaron arrastrar por la pasión como en el caso de Sansón, y otros y también perdieron su sensibilidad hacia las mujeres en sus vidas así como se ve en la vida de Jefté en Jueces 11. Cuando los niños nacen dentro de familias sin bendición, entonces se desarrollan tiranos como Abimelec (Jueces 9). En otras situaciones se vuelven temerosos, como en el caso de Barac, que no podía luchar sin que una mujer lo guiara (Jueces 4).

Nuestra iglesia está pasando por el mismo proceso desde que abrazamos la trinidad con un  modelo divino falsificado de tres seres idénticos, en oposición a la Fuente y Canal revelado en 1 Corintios 8:6. Estamos viendo disminuir el número de hombres que pueden dirigir en nuestras iglesias. Las rupturas matrimoniales están incrementando, la comisión de mujeres pastoras va en ascenso, y la distinción entre hombres y mujeres es cada vez más borrosa.  Todas estas cosas son síntomas de los efectos desoladores de adorar al dios de tres-personas-en-uno. Está destruyendo nuestros hogares, iglesias y comunidades.

Este proceso está descrito con precisión por Jeremías, quien revela la ruptura de todos los cordones que nuestro Padre ha establecido; además de indicar cómo esta desolación afecta a las familias, la iglesia y la comunidad.  

Jer 10:20-25 Mi tienda está destruida, y todas mis cuerdas están rotas; mis hijos me han abandonado y perecieron; no hay ya más quien levante mi tienda, ni quien cuelgue mis cortinas. (21) Porque los pastores se infatuaron, no prosperaron, y todo su ganado se esparció. (22) He aquí que voz de rumor viene, y alboroto grande de la tierra del norte, para convertir en soledad todas las ciudades de Judá, en morada de chacales (23)  Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos. (24) Castígame, oh Jehová, mas con juicio; no con tu furor, para que no me aniquiles. (25) Derrama tu enojo sobre los pueblos que no te conocen, y sobre las naciones que no invocan tu nombre porque se comieron a Jacob, lo devoraron, le han consumido, y han asolado su morada.

El llamado de Elías es un llamado a volver nuestros corazones al verdadero Dios de Israel, el Dios que se revela en el corazón de los Diez Mandamientos:

Mal 4:4-6 Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel. (5) He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. (6) él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición. 

La obra de Elías es una obra de restauración del verdadero Dios de Israel y un llamado a reflejar a nuestro Dios en nuestras familias, iglesias y comunidades.

Lc 1:16-17 Y hará que muchos de los hijos de Israel se conviertan al Señor Dios de ellos. Él irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.  

La conversión de los corazones implica el reconocimiento de los padres de parte de los hijos y el reconocimiento de parte de los padres para bendecir. Para convertir los corazones de desobediencia  se requiere que las personas vuelvan a tener respeto por los líderes de su iglesia y comunidad, y que estos líderes reconozcan la necesidad de  bendecir y proteger aquellos bajo su cuidado. La obra de Elías no llama a los hombres a liberarse de toda autoridad humana, sino a buscar la restauración de esa autoridad al modelo divino. Oremos todos juntos por el poder y el espíritu de Elías para que nos muestre como restaurar el modelo divino en nuestros hogares, iglesias y comunidades. 



[1] Los números entre corchetes son míos.

[2] Ver la página de internet www.lifematters.org

[3]Cristo da aquí a todo su pueblo un ejemplo de la manera en que obra para la salvación de los hombres. El Hijo de Dios se identificó con el cargo y la autoridad de su iglesia organizada. Sus bendiciones debían transmitirse por intermedio de los agentes a quienes había ordenado, vinculando así al hombre con el conducto por medio del cual llegan sus bendiciones. Testimonios para la Iglesia, Tomo 3, p. 474

[4] Los Principios Fundamentales de los adventistas del séptimo día, como fueron expresados anteriormente, aparecieron en el Anuario adventista todos los años hasta 1914. En el año que Elena de White murió, estos principios fundamentales dejaron de aparecer hasta que la declaración redactada por F. M. Wilcox y posiblemente F. D. Nichol de repente apareció en el Anuario de 1931. “Teniendo en cuenta que el Comité de la Conferencia General –o cualquier otro cuerpo de la iglesia– nunca aceptaría el documento en la forma en que fue escrito, el anciano Wilcox, con pleno conocimiento del grupo, entregó la declaración directamente a Edson Rogers, el Estadígrafo de la Conferencia General quien lo publicó en la edición de 1931”. –Fritz Guy, Uncovering the Origins of the Statement of 27 Fundamental Beliefs. La declaración de 1931 lee así: 2. Que la Deidad o trinidad, consiste del Padre eterno, un ser personal y espiritual, omnipotente, omnipresente, omnisciente, infinito en sabiduría y amor; el Señor Jesucristo, el Hijo del Padre eterno, a través del cual todas las cosas fueron creadas, y a través del cual la salvación de las huestes redimidas se llevará a cabo; el Espíritu Santo, la tercera persona de la Deidad, el gran poder regenerador en la obra de la redención. Mateo 28:19